También reconoció la lucha contra la pobreza de Upadhyay y Sappros y el trabajo que realizan por defender el derecho a la atención sanitaria de todos los habitantes de Israel y Palestina de Médicos por los Derechos Humanos.
Los cuatro galardonados compartirán los 200.000 euros (272.000 dólares) de dotación del premio, que distingue la labor social de personas e instituciones de todo el mundo y es considerado la antesala del Nobel de la Paz.
Ganadores del premio "alternativo" obtuvieron después el Nobel de la Paz, como la keniana Wangari Maathai, quien ganó el primero en 1984 y el segundo en 2004.
A Bassey, de 52 años, se le premia por "revelar los horrores ecológicos y humanos de la producción de petróleo y por su trabajo inspirador para fortalecer el movimiento ecologista en Nigeria y de forma global", según el fallo.
Su trabajo en las ONG Acción para los derechos medioambientales (ERA, por sus siglas en inglés) y Amigos de la Tierra lo han convertido en uno de los principales líderes ecologistas y por los derechos humanos frente a las corporaciones multinacionales.
En el caso de Kräutler se reconoce "una vida de trabajo por los derechos medioambientales y humanos de los pueblos indígenas" y sus "esfuerzos por salvar el Amazonas de la destrucción".
De origen austríaco pero con nacionalidad brasileña, Kräutler se ha destacado por la defensa de los derechos indígenas en la región de Xingu, de cuya diócesis es obispo desde 1980.
Su compromiso posibilitó la inclusión en la década de 1980 de los derechos indígenas en la Constitución brasileña, una labor que ha seguido impulsando desde la Comisión Misionera Indigenista (CIMI).
Tanto Shrikrishna Upadhyay como la organización Sappros, fundada por él en 1991, han demostrado "el poder de la movilización comunitaria para señalar las múltiples causas de la pobreza incluso bajo la amenaza de la violencia política y la inestabilidad", según el fallo.
Gracias a su labor más de un millón de personas en la zona rural de Nepal han mejorado sus condiciones de vida a través de instrumentos como los microcréditos.
La concesión del premio a Médicos por los derechos humanos (PHRI, por sus siglas en inglés) reconoce "su espíritu indomable trabajando por el derecho a la salud de la gente de Israel y de Palestina".
Fundada en 1988, en el inicio de la Intifada, por el doctor Ruchama Marton y un grupo de médicos israelíes y palestinos, PHRI se ha destacado por su tarea en los territorios ocupados, mezclando la atención sanitaria móvil con la otorgada a través de clínicas.
El Premio al Correcto Modo de Vida (Right Livelihood Award), como realmente se llama este galardón, fue instituido en 1980 por el escritor y ex eurodiputado sueco-alemán Jakob von Uexküll.
La ceremonia de entrega de los galardones se celebrará el próximo 6 de diciembre en el Parlamento sueco. EFE
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