San Antonio (Texas), 24 sep (EFE).- Pablo Véliz logró a sus 22 años que su primer largometraje sea nominado al Festival de Sundance y hoy en día se ha convertido en una de las promesas más jóvenes del cine hispano en Estados Unidos.
Graduado de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Texas en San Antonio, Véliz produjo "La tragedia de Macario" en 2006, un historia de la vida real ocurrida en 2003 cuando varios mexicanos indocumentados murieron sofocados dentro de un camión cuando eran transportados cruzando la frontera.
El hecho ocurrió en Victoria, Texas, y saltó a las primeras páginas el 14 de mayo de 2003 cuando 19 inmigrantes murieron de deshidratación y asfixia.
La historia marcó mi vida y quise contarla al mundo", sostuvo Véliz en entrevista con Efe.
Véliz escribió su primera película en ocho horas, la grabó en menos de dos meses y gastó todos sus ahorros en la producción: menos de 8.000 dólares que había juntado para comprarse una camioneta.
"Me gasté más dinero en viajar al festival de Sundance que en hacer el filme", recordó Vélix, nacido en México pero criado en San Antonio desde los 10 años de edad.
La cinta recibió buenas críticas por la dureza de las imágenes y porque pone en relieve el riesgo que miles de personas han tenido que correr en el transcurso de estas décadas para llegar a EE.UU.
Para Véliz, "La tragedia de Macario" es una historia que muchas personas que lo rodean han vivido en menor o mayor grado.
"El carnicero de la esquina, el que me corta el cabello, todo indocumentado que llega a este país a buscar una vida mejor lo hace arriesgando su vida con tal de darle qué comer a los suyos, a los que se quedan atrás", sostuvo.
Desde entonces, Véliz logró lo que muchos profesionales recién graduados en su ramo demoran años y a veces décadas: que las productoras se interesen en su trabajo.
A sus 26 años, ya ha saboreado el éxito de varias producciones cinematográficas con distribución nacional e internacional.
La última es "The Boys of Gost Town" con un elenco liderado por el méxico-americano Danny Trejo, protagonista de la recién estrenada "Machete".
Otra de las películas de Véliz es "Clemente", la historia de un mexicano que trata de legalizar su situación migratoria pero tiene que pasar las desavenencias que miles como él experimentan en EE.UU antes de obtener la ansiada tarjeta de residencia.
"La gente cree que soy un experto en inmigración por el corte de mis películas pero no es así. Lo único que creo ser es un narrador de cuentos, de historias comunes", aseveró.
Véliz confesó que de no haber sido por Sundance su camino al ascenso cinematográfico hubiera sido "casi imposible". Contó también que le gusta todo género de cine pero con "ideas independientes e historias creativas y que valgan la pena".
"Por ejemplo en el proyecto en el que trabajo actualmente pretendo reinventar la manera en la cual se puede contar una historia visualmente, más conservadora y con un tema muy arriesgado", adelantó.
Véliz también invierte parte de su tiempo en tratar de que el gobierno estatal y principalmente el municipal incentive a la producción de cine en San Antonio y el resto de Texas "para no ir necesariamente a Hollywood donde se necesitan recursos a veces inalcanzables".
"Y creo que va a tomar mucho tiempo para que la industria del cine en Texas tome auge", apuntó Véliz, quien ahora le da trabajo a muchos actores, editores y operarios de producción independientes en San Antonio.
Véliz, que sigue viviendo y trabajando en San Antonio asegura que tiene como meta seguir ganando premios hasta lograr no el Oscar de la Academia sino un Spirit Award, que se otorga a lo mejor del cine independiente en EE.UU.
"Me gustaría ser reconocido como un cerebro creativo que no esté aferrado a la industria comercial y convertirme en uno de los mejores directores mexicanos que viven en este país", culminó.
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