lunes, 4 de octubre de 2010

La ONU defiende una ciudad que promueva el uso racional de la energía

Una ciudad bien diseñada ayuda a mitigar problemas como el cambio climático, promueve el uso racional de la energía y la sostenibilidad del medio ambiente y por ello desde 1985, las Naciones Unidas celebran el primer lunes del mes de octubre el Día Mundial del Hábitat, que este año se celebra bajo el lema "Mejor ciudad, mejor vida".

La ONU, en su resolución sobre este Día, recuerda que media humanidad vive en pueblos y ciudades, y que según las previsiones, en las próximas generaciones las ciudades van a aumentar su población en dos tercios.

Por ello defiende un desarrollo de las ciudades en el que se aproveche el potencial de vida sostenible, se reduzcan las desigualdades y se proporcione un hogar y servicios básicos a personas de todas las edades, culturas y medios económicos.

Con motivo de este día, la Fundación para la Salud Geoambiental (FSG) ha hecho un llamamiento a reflexionar sobre la calidad del entorno de las ciudades, sus habitantes y la supervivencia del planeta.

En este sentido ha reclamado espacios libres de radiaciones, una nueva legislación acorde con los avances tecnológicos, precaución ante la instalación de "femtoceldas" en las viviendas, y ha apelado a la lógica para minimizar el impacto de esas emisiones.

"Vivimos cada vez más rodeados de contaminación electromagnética por el avance de las nuevas tecnologías, y no nos damos cuenta porque las radiaciones son invisibles, no huelen, no se perciben por los sentidos", ha dicho el vicepresidente de la Fundación, Fernando Pérez, experto en salud medioambiental.

Aunque algunas tecnologías que emiten esas radiaciones aportan comodidad, pueden ser nocivas para la salud, ha señalado este responsable de la FSG, que ha advertido de que, a menudo, se utilizan de forma irracional y sin conocer las consecuencias que pueden tener en el organismo.

Los responsables de la FSG han reclamado también una nueva legislación adecuada al avance de las nuevas tecnologías, que proteja la salud de forma efectiva, ya que, añaden, en la actualidad "la normativa española permite unos límites de emisión electromagnética 4.000 veces superior a las recomendaciones internacionales".

No se trata de ser alarmistas, sino precavidos porque hay indicios de que las emisiones afectan al organismo, ha dicho Pérez, quien ha añadido que la protección debe ceñirse "al principio de precaución y evitar sobreexposiciones innecesarias". EFE

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