El cantante poseía una impresionante colección de limusinas con las que se paseaba en público. La más destacada de ellas era una Rolls Royce Silver Seraph 1999, que diseñó el propio artista y lucía incrustaciones de oro de 24K en su tapicería de cuero y un minibar. La Silver Seraph contaba con un motor V12 de 5.4 L y 322Hp que además fue el primer V12 que construía la marca británica desde 1939.
Otra limusina que integraba la colección del cantante era una Rolls Royce Spur II 1989, uno de los primeros vehículos en llevar ABS de serie, motor de inyección de gasolina , llantas de aleación y tapicería blanca que contrastaba con el negro de la carrocería.
La colección se complementa con un Lincoln Town Car 1988, que equipaba un motor V8 de 5.0 L y transmisión automática que se caracterizaba por un gran equipamiento para la época como el sistema de audio de lujo, dos televisores Sony, un minibar, techo solar y cristales divisorios.
El cuarto vehículo de lujo era un Cadillac Fleetwood Series 60 de 1954, con el que se grabó la famosa película, ganadora de un Oscar, Paseando a Miss Daisy.
El gran cantante se empeñó en no crecer y disfrutar de una infancia sin fin con su propio parque de atracciones y colección de autos de juguete.
Una de las piezas más destacadas de Neverland era una GMC High Sierra, la cual fue modificada para parecer un camión de bomberos.
Además, destaca una gran gama de autos de juguete como la réplica de un Dodge Viper dedicado a Los Simpson, un carrito de helados estilo años 50 llamado Neverland Valley, un carruaje de caballos del siglo XIX alimentado por energía eléctrica, un Jaguar verde y una réplica retro de un triciclo Sky King, entre otros.
Michael Jackson poseía una furgoneta Ford Econoline 1993 que presumía asientos color negro en piel, pantallas individuales para cada asiento y una consola de videojuegos.
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