“Es una victoria para la justicia, sobre todo para las mujeres que han sido violadas o han sufrido otras formas de violencia sexual. Los numerosos actos criminales cometidos bajo el mando de Mayele no pueden revertirse, pero su arresto es una señal de que no habrá impunidad para nadie que cometa este tipo de crímenes”, dijo Wallström.
Los ataques durante los cuales se cometieron las violaciones masivas tuvieron lugar las noches del 30 de julio al 2 de agosto pasados en la región de Walikale. En ellos participaron unos 200 miembros de tres grupos armados: los Maï Maï Checa, las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Rwanda y el batallón del coronel E•mmanuel Nsengiyumva, un desertor del ejército nacional.
Además de las 300 víctimas de violación, que incluyeron a más de 50 menores de ambos sexos, los atacantes secuestraron a 116 personas para realizar trabajos forzados y saquearon al menos 923 casas y 42 comercios.
Wallström subrayó la importancia de que se haga justicia para las personas violadas y urgió al gobierno congolés a garantizar un proceso penal riguroso y rápido a los responsables.
La experta señaló que se encuentra de visita en el país para escuchar a los sobrevivientes de las agresiones, determinar qué puede hacer mejor la ONU y continuar la cooperación cercana con el gobierno congolés.
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