El turismo ecológico, también llamado ecoturismo, agrupa las actividades de carácter turístico, que se orientan a la sustentabilidad, la preservación y a la aplicación de pautas ecológicas y éticas en el cuidado del ambiente y de la tradición cultural; a la vez que al respeto de las condiciones de vida y bienestar de las poblaciones nativas y locales, próximas a los recursos naturales o entorno apto para este tipo de turismo.
El turismo ecológico se caracteriza por su marcada orientación al desarrollo sostenible. Es una forma de turismo centrado en la naturaleza y con un enfoque sustentable de desarrollo; es decir, que satisface las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras.
El ecoturismo surgió a finales de la década de 1980 y, desde ese entonces, ha ido cobrando un creciente interés a nivel internacional. Por lo mismo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) denominó el año 2002 como “Año del Ecoturismo”.
En la actualidad, el turismo ecológico representa un segmento dinámico y de rápido crecimiento en el contexto del mercado turístico mundial, constituyéndose además en importante fuente de divisas, para numerosos países como Canadá, Costa Rica, Ecuador, Uruguay, Argentina y Brasil, por citar algunos de América; si bien Paraguay también tiene sus potencialidades y algunas experiencias en este tipo de turismo.
PRINCIPIOS DEL TURISMO ECOLÓGICO
La práctica del turismo ecológico gira en torno a la observancia de algunos principios.
Se tienen que evitar o minimizar los impactos negativos para el ambiente y las comunidades que resulten de la práctica del ecoturismo. Así, se debe reducir el consumismo y la generación de residuos.
Los ecoturistas deben priorizar el respeto hacia la naturaleza, a la vez que la conciencia ambiental y cultural.
Hay que favorecer y difundir las experiencias positivas que genere este turismo, a nivel de visitantes y de pobladores locales.
Los beneficios económicos que genere el turismo ecológico deben revertirse en la conservación y uso sostenible de los recursos naturales, biodiversidad y ambiente de las áreas que son visitadas por los ecoturistas.
Las comunidades nativas tienen que tener y fortalecer su participación en la toma de decisiones, en cuanto a la preservación del medio apto para turismo ecológico.
CONTRIBUCIONES POSITIVAS DEL ECOTURISMO
Contribuye a la conservación de la biodiversidad, recursos naturales y ambiente, con lo que genera un bajo impacto ambiental.
Contribuye al bienestar de la población local y genera fuentes de trabajo en la comunidad (empleos verdes).
Genera actitudes éticas; de respeto y responsabilidad hacia la naturaleza por parte de los turistas y pobladores locales. Ello se apoya en campañas educativas efectivas.
Atrae la atención de científicos, educadores, investigadores, estudiantes y organizaciones, sobre especies animales y vegetales protegidos o en peligro de extinción. Por lo mismo, fomenta la realización de actividades científicas, educativas y de sensibilización ciudadana.
CONSECUENCIAS NEGATIVAS DEL ECOTURISMO
Las poblaciones locales, por lo general, no cuentan con el debido apoyo educativo (en temas ambientales) y económico sobre todo oficial, para llevar adelante y mantener un rol protagónico en este tipo de emprendimientos.
En otros casos, existe una escasa reinversión de los beneficios económicos que genera el ecoturismo.
Los mismos ecoturistas por falta de mecanismos de orientación y de vigilancia pueden perjudicar en forma directa o indirecta, el ambiente; a cursos de agua naturales; a la flora y fauna.
Personas o grupos extraños a las comunidades pueden imponer sus criterios y su autoridad, logrando así beneficiarse con la práctica del ecoturismo. Otros explotan para propio beneficio los recursos ecoturísticos (madera, agua, animales) y demás áreas protegidas o en vías de extinción. Ejemplos concretos en Paraguay son los daños a humedales del Ypoá y del Ñeembucú; la deforestación de zonas protegidas; y de otras como el Chaco; la extinción de animales nativos; y la continua contaminación del lago Ypacaraí.
Aparición de construcciones e instalaciones turísticas que provocan efectos ambientales y culturales adversos sobre las poblaciones locales y el ambiente, lo que por lo general se acompaña de problemas de seguridad.
CONCLUSIÓN
El ecoturismo responsable y bien practicado, con ciudadanos ambientalmente formados, acompañado de los debidos mecanismos de acceso y seguridad para turistas y pobladores locales, puede convertirse en una estrategia válida para la conservación de la biodiversidad; de la flora y fauna, al valorizar y preservar los recursos naturales como suelo y agua; y al evitar o minimizar probables daños biológicos, físicos, sociales y económicos a los distintos ambientes y comunidades del país. Del mismo modo, puede constituirse en una interesante fuente de ingresos locales y nacionales, tal como ocurre en otros países de la región y del mundo.
Fuente:ABC Digital
0 comments:
Publicar un comentario