La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) ofreció declarar 2011 'Año de la libertad de expresión en América Latina'. Los periodistas acentúan que defender la libertad de expresión es la garantía de la democracia participativa y esperan que la medida permita llamar la atención pública sobre la situación actual.
Gonzalo Marroquín, vicepresidente de la SIP y director editorial de Prensa Libre, comentó: “queremos que la gente termine entendiendo que los regímenes autoritarios, el narcotráfico y los políticos que quieren perpetuarse en el poder actúan igual que como actuaban las dictaduras militares del siglo pasado; y nosotros, al igual que en aquella ocasión, nos vamos a oponer”.
En estos días se está celebrando la 66ª Asamblea General de la SIP, en la ciudad de Mérida. Durará hasta el martes y cuenta con la participación de directivos, editores, periodistas, autoridades, expertos de toda América Latina e, incluso, de tres presidentes: Felipe Calderón, de México; Juan Manuel Santos, de Colombia, y Porfirio Lobo, de Honduras.
Los informes nacionales hechos públicos en el marco de la Asamblea mostraron con toda claridad que, hoy en día, la situación con el derecho a la libertad de expresión es más que alarmante.
México
Según la sección mexicana de la SIP, el impacto de la violencia y el crimen organizado hacen imposible “ejercer un periodismo libre, responsable y confiable” en el país, ya que los “periodistas viven con tensión y miedo ante el narcotráfico”. La nación es considerada una de las más peligrosas para el ejercicio del periodismo. 65 comunicadores fueron asesinados en México desde 2000, 11 de ellos durante 2010. El décimo primero de ellos murió la semana pasada, alcanzado por las balas en un operativo militar en la ciudad mexicana de Matamoros, noreste del país.
Guatemala
Los representantes de la sección guatemalteca de la Comisión de Libertad de Prensa de la SIP acusaron a altos funcionarios del país de usar la televisión abierta para infamar a la prensa.
Como uno de los ejemplos más vivos de la violación del derecho a la libertad de expresión, dieron el caso del conductor de 'Libre Encuentro', Dionisio Gutiérrez: frente a amenazas de muerte, se vio obligado a abandonar el Estado.
Bolivia
Los miembros de la sección boliviana comunicaron que viven en medio de una “guerra sucia contra la prensa”: editores y periodistas por todo el país se ven obligados a la autocensura. En particular, resaltaron dos artículos que forman parte de la reciente Ley 'Contra el racismo y toda forma de discriminación', el 16 y el 23.
El artículo 16 establece sanciones económicas contra los medios que publiquen lo que el Gobierno considere “ideas racistas y discriminatorias” y el 23 estipula que los acusados de racismo no podrán acogerse a fuero al ser procesados.
Los periodistas califican dicha ley como "justa" y "noble", pero comentan que las autoridades pretenden usarla para sacar de circulación a los medios "que no estén alineados con el oficialismo".
El informe boliviano, además, da la cifra de 99 casos de agresión contra periodistas, registrados entre marzo y octubre, y 62 contra medios de comunicación, los estatales incluidos.
Honduras
El informe sobre Honduras alertó que la libertad de expresión en el país continúa en riesgo. Consideró que el gobierno trata con mucha indiferencia los asesinatos, atentados y amenazas contra los periodistas, así como los ataques a los medios de comunicación.
Venezuela
El presidente del bloque de prensa venezolano, David Natera, documentó 113 casos de agresión contra la prensa nacional y recordó que en el país habían sido clausuradas 32 emisoras.
Argentina
El bloque de la prensa argentina acentuó que los medios nacionales se enfrentan a un ambiente de presiones. Aseguró que, para los medios de comunicación, el año 2010 ha sido uno de los más complejos y tensos. En los últimos meses se abrieron nuevos episodios de confrontación entre el gobierno y un grupo de medios de comunicación, los directivos de los diarios La Nación y Clarín, entre ellos.
Francisco Montes, del Diario de Cuyo, comentó: "actualmente podemos escribir y decir lo que pensamos, pero en un escenario tenso, de presiones directas o indirectas en el que percibimos un ánimo de crispación y revancha de un gobierno que ha elegido al periodismo como enemigo”.
Fuente: RTNoticias
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