Pero queda mucho camino para mejorar la gestión de los recursos zoogenéticos
El progreso comienza a notarse tres años después de que 191 países adoptaran el Plan de acción mundial sobre los recursos zoogenéticos, después que la FAO señalara que en el período de 2000 a 2007 se había perdido una variedad pecuaria al mes, y que el 20% de todas las variedades pecuarias corrían peligro de extinción. A partir de entonces los países comenzaron a tomar medidas, de conformidad con el Plan mundial .
En el ámbito normativo, 10 países informan que han establecido y están aplicando estrategias nacionales para la gestión de los recursos zoogenéticos. Otros 28 ya terminaron de formular sus estrategias y están preparando la ejecución o están elaborando sus planes.
El estudio de la FAO también revela que se está llevando a cabo una serie de actividades sobre el terreno, como las siguientes:
- Bélgica está haciendo un importante estudio de las variedades ovinas, bovinas y porcinas, a partir de lo cual se seleccionarán muestras genéticas para depositarlas en bancos de almacenamiento en congelación. Bolivia está haciendo una actividad análoga con camélidos, cobayas, bovinos, ovinos, caprinos y porcinos.
- Kenya está incluyendo información del ganado en su censo demográfico y está preparando un estudio de las variedades nacionales para recopilar información adicional.
- Ghana está contratando y capacitando especialistas en caracterización y conservación de variedades autóctonas.
- China dio a 138 variedades autóctonas la condición de variedades protegidas y estableció 119 granjas de conservación y bancos de genes estatales.
No hay que bajar la guardia
De todas formas, la FAO señala que el adelanto no ha sido uniforme en todas las regiones del mundo y que queda mucho por hacer.
El último informe de la Organización sobre el estado y las tendencias de los recursos zoogenéticos indica que el 21% de las variedades pecuarias sigue corriendo el riesgo de extinción.
En conjunto, unas 1 710 variedades pecuarias, desde aves de corral y avestruces hasta cobayas y bovinos, corren peligro de extinción, en comparación con las 1 649 de 2008 y las 1 491 de 2006.
El informe también advierte que no se tiene información del tamaño y la composición de las poblaciones de un 35% de las variedades conocidas de mamíferos y de aves, laguna que representa " una limitación seria para la asignación eficaz de prioridades y la planificación de las medidas de conservación de las variedades".
Diversidad genética, clave de la resiliencia, ganancias productivas
"Como una cartera de valores bien equilibrada, la diversidad genética hace la producción de alimentos más capaz de recuperación ante amenazas como la hambruna, la sequía y el desafío que está planteando el cambio climático", informa Irene Hoffman, Jefa del Programa de recursos zoogenéticos de la FAO.
El conjunto de genes animales que hay contiene recursos valiosos e insustituibles que serán vitales para la seguridad alimentaria y el desarrollo agrícola en los decenios próximos, añade.
"El cambio climático y la presencia de enfermedades pecuarias nuevas y virulentas destacan la importancia de mantener la capacidad de adaptar nuestros sistemas de producción agrícola. Catalogar y conservar esta diversidad nos permitirá mantener y desplegar la cartera más amplia que sea posible de recursos genéticos, con el fin de incrementar la resiliencia de nuestro suministro de alimentos y crear variedades mejoradas para contribuir a la producción de alimentos."
La FAO creó una estrategia de financiación para canalizar apoyo a una gestión mejorada de los recursos zoogenéticos y fortalecer la cooperación internacional para ayudar a los países en desarrollo a aplicar el Plan de acción mundial sobre los recursos zoogenéticos.
Para informarse mejor sobre las actividades de la FAO de ayuda a los países en la gestión de sus recursos zoogenéticos, haga clic aquí.
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