Durante esta fase –que forma parte de la Iniciativa América Latina sin Hambre – el proyecto será ampliado a Perú, Paraguay y Honduras.
Además, en este periodo se promoverá la compra de productos provenientes de actividades de agricultura familiar para el abastecimiento de las meriendas escolares.
José Graziano da Silva, representante regional de la FAO, afirmó que la integración de las meriendas y la agricultura familiar respaldará la seguridad alimentaria de dos maneras: garantizando la buena nutrición de los niños y aprovechando el potencial de los pequeños productores.
El gobierno de Brasil aportará 2,3 millones de dólares para esta etapa del proyecto, que ya funciona en Bolivia, Colombia, Nicaragua, Guatemala y El Salvador.
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