sábado, 20 de noviembre de 2010

Infusiones que podrían ayudar a prevenir un tumor cerebral

Parece increíble, ¿verdad? Sin embargo, un estudio reciente desarrollado por un grupo de investigadores en Londres sugiere que el consumo de té y de café podría ayudar a reducir el riesgo de desarrollar la forma más común del tumor cerebral maligno. Aún se necesitan más estudios, pero este descubrimiento podría ayudar a detectar las causas de esta enfermedad.

Los resultados de una investigación reciente aportaron un dato nuevo que podría influenciar en la prevención de los tumores cerebrales y de una manera muy sencilla, ¿cómo? A través del consumo de té y de café.

Para ello se analizaron datos de más de 500,000 adultos en Europa, que suman evidencias que asocian el alto consumo de café y de té con una reducción del riesgo de desarrollar gliomas (un conjunto de tumores cerebrales responsable del 80 % de los cánceres malignos en esa zona entre los adultos).

Los gliomas malignos son los tumores cerebrales primarios más frecuentes del adulto. Se estima que causan globalmente un 2% de las muertes por cáncer. Particularmente, en los Estados Unidos la tasa de mortalidad por esta condición causa alrededor de 12,000 muertes al año, mientras que en Europa, las tasas anuales son de 4 a 6 casos por cada 100,000 mujeres y de 6 a 8 casos por cada 100,000 hombres.

Un grupo de investigadores de Brown University y del Imperial College de Londres, cuya autora principal es Dominique Michaud, dijo que este estudio constituye un acercamiento preliminar al tema que podría brindar nuevas pistas para continuar con la investigación y detectar las causas que originan estos tumores.

Estos descubrimientos no comprueban de que las infusiones brindan tal protección. Los especialistas afirman que, aún cuando ambas bebidas tuvieran algún efecto directo sobre el riesgo de desarrollar gliomas, éste sería pequeño.

Los resultados de esta investigación, publicados en el American Journal of Clinical Nutrition, surgen de un estudio que consideró los factores de riesgo potenciales del cáncer en 10 países de Europa. Por un lado, los pacientes que participaron tenían entre 25 y 70 años, y respondieron a cuestionarios sobre sus antecedentes médicos, dieta, ejercicio, tabaquismo y otros factores de su estilo de vida.

Luego, el equipo de investigación se enfocó en más de 410,000 personas que no sufrían ningún tipo de cáncer al iniciar la investigación, de los cuales se contaba con información alimenticia completa, y realizó un seguimiento durante más de 8 años. Durante ese tiempo, a 343 participantes se les diagnosticó glioma y a otros 245 un tumor cerebral benigno, llamado meningioma.

Inicialmente, los participantes fueron divididos en cuatro y cinco grupos, según el consumo de café y de té, pero en este caso no se detectó una relación de dosis-respuesta. O sea, no había mayor protección entre más te y/o café se bebía. Los datos cambiaron cuando se analizaron dos grupos en particular: los que consumían por lo menos media taza (150 ml) y los que bebían menos o nada de ambas infusiones. Así detectaron que los que más infusiones consumían eran un tercio menos propensos a desarrollar glioma. Aún después de considerar factores como la edad y el tabaquismo, no hubo relación con el riesgo de desarrollar meningioma.

Además, el té y el café contienen antioxidantes que protegen a las células del cuerpo del daño que pueden producir el cáncer y otras enfermedades.
De todos modos, es posible que quienes beben té y/o café a menudo tengan otros factores que podrían afectar la posibilidad de desarrollar un glioma. Tales características se desconocen, así como las causas de la mayoría de los tumores cerebrales.

Los gliomas pueden dar varios síntomas. Por ejemplo: dolores de cabeza (que generalmente son peores en las mañanas), náuseas y vómitos, cambios en la habilidad de hablar, escuchar o ver; problemas de equilibrio o al caminar, así como con el pensamiento o la memoria, espasmos musculares y entumecimiento u hormigueo en los brazos o las piernas.

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