«iStream» se basa en la utilización de un chasis independiente y un cuerpo compuesto realizado a partir de 720 botellas de plástico, lo que evita la necesidad de paneles de chapa de acero y reduce los costes en complejas herramientas durante el proceso de fabricación.
Un mismo chasis sirve de base para diferentes modelos -automóviles, camiones o furgonetas-de modo que al usarse siempre la misma línea de montaje las empresas ahorrarán dinero, espacio en la fábrica y energía.
El coche estrella de esta nueva forma de concebir la producción de automóviles es el modelo «City Car T.25», con el que la compañía pretende conquistar el mercado urbano. Podría venderse por algo más de 7.000 euros, según el fabricante.
Características del T.25
El acceso al vehículo se asemeja al de un avión de combate. La cabina se levanta para que entre el conductor, que dirige el coche desde una posición central. Los otros dos pasajeros que admite el vehículo encuentran un pequeño espacio detrás del asiento del conductor.
Mide 1,3 metros de ancho, 2,4 de largo y pesa sólo 575 kilos y es propulsado por un motor de 51 Cv. El chasis está construido en tubo de acero y tiene un cuerpo de plástico reciclado. En su interior pueden viajar el conductor y dos pasajeros.
Además, por su reducido tamaño, dos de estos modelos podrían ocupar una misma plaza de garaje o compartir el mismo carril de circulación.
Con una velocidad máxima de 140 km/h y un consumo de 3,82 litros a los 100 km de media ponderada, el «City Car T.25» podría contar ya con licencia para ser construido en seis meses.
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