domingo, 12 de diciembre de 2010

Déficit de atención en niños va en aumento

El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es hoy en día uno de los trastornos psiconeurológicos más frecuentes en la práctica clínica. Se ha  determinado recientemente un incremento notable en la población infantil.  Es un trastorno con un fuerte componente hereditario, más frecuente en niños que en niñas y que se presenta (prevalencia) del 1.7% al 17.8% de la población. (7% en promedio).

Antes se consideraba que el TDAH era un trastorno de la infancia y que persistía durante la adolescencia.  Hoy sabemos que más del 50% de niños con TDAH lo padecen en la edad adulta.   El 80% de pacientes de una consulta psiquiátrica general, tienen antecedentes de TDAH.

Los estudios recientes indican que el TDAH se diagnostica en niños mayores de 4 años, aunque excepcionalmente puede presentarse antes. (Muestran gestos erráticos y agresivos).  Estos niños son hipersensibles a la vista, sonido, tacto y no toleran estímulos que son aceptados normalmente. Les cuesta trabajo adaptarse a cambios menores en sus rutinas diarias.

Para elaborar el diagnóstico los niños, adolescentes y adultos deberán tener 6 o más de los siguientes síntomas de falta de atención, persistentes durante por lo menos 6 meses hasta el grado que se vuelva desadaptativo e inconsistente con el nivel de desarrollo.

•             A menudo no logra prestar atención cercana al detalle. Comete errores por descuido.
•             A menudo tiene dificultades para sostener la atención en tareas o juegos.
•             A menudo no parece escuchar cuando se le habla directamente.
•             A menudo no continúa hasta el final y no logra terminar las tareas.
•             Tiene dificultades para organizar tareas y actividades.
•             Evita o le desagradan las tareas que requieren esfuerzo mental sostenido.
•             A menudo pierde las cosas necesarias para las tareas o actividades.
•             A menudo se distrae fácilmente con estímulos externos.
•             A menudo se le olvidan las actividades diarias.
En el caso de hiperactividad-impulsividad:
•             A menudo se encuentra jugando con las manos o se retuerce al estar sentado.
•             Tiene dificultades para permanecer sentado cuando se le requiere hacerlo.
•             A menudo corre o salta excesivamente en situaciones inapropiadas.
•             Tiene dificultades para jugar en silencio.
•             A menudo está en movimiento como si estuviera “impulsado por un  motor”.
•             A menudo habla excesivamente.
•             A veces responde sin tino antes de que se le hayan terminado de preguntar.
•             Tiene dificultades para esperar su turno.
•             A menudo interrumpe o es intrusivo con otros.

El TDAH Infantil:

Los síntomas clásicos como falta de atención, la distracción, la impulsividad, la hiperactividad, no describen adecuadamente lo que realmente está sucediendo en la mente del niño,  pues suelen confundirse con actitudes que presentan los niños sin el síndrome.  En ese sentido una característica esencial del TDAH, es la falta de interés en el trabajo o en la memoria a corto plazo.  Son incapaces de recordar una explicación completa o de concluir los procesos que requieren de secuencias. Es por eso que a estos niños les atraen actividades que no requieren de memoria de trabajo, como ver la televisión.  Su relación con los otros niños se vuelve volátil e inestable.

Los trastornos  emocionales  como ansiedad y  depresión acompañan a más de la mitad de los niños con TDAH, el 20%  tiene dificultades de lectura y el 60%  serios problemas de escritura. Los niños con este trastorno presentan dificultad en el aprendizaje, falta de habilidad para soportar la sobre-estimulación  y otros problemas psiconeurológicos  que se relacionan con los trastornos asociados (comorbilidades). Cuando los niños crecen y se desarrollan les cuesta trabajo adaptarse   a los cambios en las rutinas diarias. Además, el 63% de los niños con este padecimiento  tienen problemas con el sueño.

El Trastorno por Déficit de Atención se da en niños con un coeficiente intelectual normal o superior, aunque el 90% de los niños tiene un aprovechamiento inferior y la mitad son reprobados por lo menos una vez.

Efectos sobre la familia:

El niño TDAH es maravilloso un día y terrible al siguiente, por lo que puede  cambiar las relaciones familiares y tener efectos devastadores sobre los padres y hermanos. En muchas ocasiones puede lastimar los sentimientos de la familia tan drásticamente como lo puede hacerlo un adulto. Los hermanos tienen dificultades particulares y pueden mostrar un deterioro psicológico incluyendo la depresión, el abuso a las drogas y los trastornos de lenguaje.  A menudo son victimizados por un hermano o hermana con TDAH que sea demandante, pendenciero y quien podría estar recibiendo atención positiva de los padres por conducta por la cual ellos serían castigados o ignorados. Un niño al que no se le da atención sobre sus propios derechos, podría empezar a imitar conductas indeseables o actuar negativamente en otra forma.  Son las madres las que mantienen el peso del abuso físico y emocional,  por lo que debe protegerse a sí misma  y al niño, estableciendo su  propio espacio y el del niño.

Fuente: La Nación

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