Los primeros coches eléctricos de los grandes fabricantes comenzarán a llegar al mercado español en los próximos días (se trata del iON de Peugeot y del i-MiEV de Mitsubishi), pero lo harán sin que el Ministerio de Industria tenga todo atado para recibirlos.
En primer lugar, la Unión Europa y los Estados miembros no aprobarán hasta marzo, como mínimo, una normativa que estandarice los métodos de carga de los coches en la red eléctrica, según reconoció esta semana el ministro de Industria, Miguel Sebastián. “Esto es clave para evitar que se repita la pesadilla de los teléfonos móviles con multitud de cargadores que vuelven loco al consumidor”, explicó Sebastián gráficamente, durante unas jornadas sobre el vehículo eléctrico organizadas por IBM.
Renault se ha puesto de acuerdo con PSA Peugeot Citroën y Mitsubishi –los fabricantes que lanzarán los primeros modelos– para usar el mismo sistema, pero éste tiene que ser validado por la UE para que lo apliquen, posteriormente, el resto de empresas.
Además, Industria aún está elaborando dos normativas claves. Primero, la que regula al gestor de recarga; es decir, las empresas que se ocuparán de gestionar el servicio de carga de las baterías (empresas de servicios como Acciona y las eléctricas, como Endesa e Iberdrola, quieren desempeñar ese papel).
Y, en segundo lugar, el ministerio debe aprobar la nueva tarifa supervalle nocturna para fomentar que los turismos eléctricos se enchufen a la red en las horas de menos demanda. Sebastián señaló que esta normativa está actualmente en el trámite de audiencia del Consejo de Estado. Después, volverá a Industria, que lo llevará al Consejo de Ministros.
Para Sebastián, sin embargo, el principal problema del vehículo eléctrico es “la ansiedad de la batería”, y la “angustia” de los conductores por no saber si van a tener oferta de recarga, y no el coste de la recarga, que rondará el euro.
Lo que sí tiene completamente definido Sebastián son las ayudas. Los presupuestos del Estado del próximo año recogen una partida de 255 millones de euros para apoyar la implantación del coche eléctrico. De éstos, 80 millones se destinarán a subvencionar hasta 20.000 automóviles enchufables (un 20% del coste total, hasta un máximo de 6.000 euros).
“No quiere decir que ese sea el número de turismos que se vendan, pero sí tenemos dinero para esos 20.000”, aclaró el ministro. El resto del dinero se destinará al apoyo a la industrialización de esos vehículos en España o a la creación de la infraestructura de recarga.
Sebastián cree que los principales clientes de estos modelos durante los primeros años serán las empresas, que los usarán para su flota de vehículos urbanos. En total, podrían adquirir 10.000 vehículos anuales en los próximos dos años, según cálculos de Industria.
Renault se ha puesto de acuerdo con PSA Peugeot Citroën y Mitsubishi –los fabricantes que lanzarán los primeros modelos– para usar el mismo sistema, pero éste tiene que ser validado por la UE para que lo apliquen, posteriormente, el resto de empresas.
Además, Industria aún está elaborando dos normativas claves. Primero, la que regula al gestor de recarga; es decir, las empresas que se ocuparán de gestionar el servicio de carga de las baterías (empresas de servicios como Acciona y las eléctricas, como Endesa e Iberdrola, quieren desempeñar ese papel).
Y, en segundo lugar, el ministerio debe aprobar la nueva tarifa supervalle nocturna para fomentar que los turismos eléctricos se enchufen a la red en las horas de menos demanda. Sebastián señaló que esta normativa está actualmente en el trámite de audiencia del Consejo de Estado. Después, volverá a Industria, que lo llevará al Consejo de Ministros.
Para Sebastián, sin embargo, el principal problema del vehículo eléctrico es “la ansiedad de la batería”, y la “angustia” de los conductores por no saber si van a tener oferta de recarga, y no el coste de la recarga, que rondará el euro.
Lo que sí tiene completamente definido Sebastián son las ayudas. Los presupuestos del Estado del próximo año recogen una partida de 255 millones de euros para apoyar la implantación del coche eléctrico. De éstos, 80 millones se destinarán a subvencionar hasta 20.000 automóviles enchufables (un 20% del coste total, hasta un máximo de 6.000 euros).
“No quiere decir que ese sea el número de turismos que se vendan, pero sí tenemos dinero para esos 20.000”, aclaró el ministro. El resto del dinero se destinará al apoyo a la industrialización de esos vehículos en España o a la creación de la infraestructura de recarga.
Sebastián cree que los principales clientes de estos modelos durante los primeros años serán las empresas, que los usarán para su flota de vehículos urbanos. En total, podrían adquirir 10.000 vehículos anuales en los próximos dos años, según cálculos de Industria.
Fuente: Fundación Entorno
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