¿Qué papel juega hoy la Declaración Universal de los Derechos humanos de la ONU a 62 años de su creación, tras los horrores de la Segunda Guerra Mundial?
swissinfo.ch: Parece que las críticas del Consejo de de Derechos Humanos dirigidas a ciertos países no impresionan mucho ¿Una impresión incorrecta?
En el marco de mi trabajo en la ONU, la disposición al diálogo en esos países fue mucho mayor a la de los diplomáticos en Ginebra o en Nueva York. Eso debido a que las autoridades administrativas y de justicia, encargadas de los temas relevantes en materia de derechos humanos están al frente y pueden ocultar menos los problemas. He apreciado cómo esto con frecuencia abre puertas para conversaciones sensatas y mejoras concretas.
Los diplomáticos, por el contrario, están muy alejados de las realidades de su propio país.
swissinfo.ch: El artículo quinto de la Declaración indica: “Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.” El gobierno de Bush interpretó muy ampliamente este párrafo de los derechos humanos en sus humillantes tratos en Guantánamo. ¿Hay problemas debido a que cada quién hace su interpretación de este concepto en beneficio de sus propios deseos?
swissinfo.ch: ¿Hay entonces un error en la realización de la Declaración ante esta ambigüedad?
Lo mismo ocurre con los derechos fundamentales de nuestra Constitución helvética, que también resulta con frecuencia circunscrita.
En muchos aspectos de los derechos humanos hay avances claros. En los años 60 y 70 aún muchos Estados conocían la pena de muerte, comparado con la situación actual.
O qué decir del gran número de detenidos políticos en tiempos de las dictaduras en Europa del Este y Latinoamérica. Su número, que confirma también Amnistía Internacional, se ha reducido considerablemente. También hay avances en los derechos de la mujer.
swissinfo.ch: Pese a esto, impera con frecuencia la impresión de que la comunidad mundial relativiza las violaciones a los derechos humanos…
swissinfo.ch: La sociedad parece algo indiferente ante las cuestiones de los derechos humanos. ¿La prensa puede contribuir a un cambio en esta responsabilidad compartida?
swissinfo.ch: ¿Qué diría la gente que redactó esta Declaración Universal en 1948 de la situación actual?
Cada Estado puede ser criticado por violaciones a los derechos humanos y debe presentar justificaciones en los organismos internacionales. Muchos Estados se permiten también que las victimas puedan presentar una demanda ante órganos y tribunales internacionales.
swissinfo.ch: ¿Qué le respondería a una persona que se dice resignada e impotente ante las violaciones a los derechos humanos?
Los derechos humanos ofrecen una visión para una buena vida. Abandonar esa visión y resignarse no ayuda, sino que respalda incuso a las tendencias negativas y destructivas.
swissinfo.ch: ¿Observa en Suiza también ciertos peligros para que reblandezca la defensa de los derechos humanos?
En mi opinión, el problema radica en aquellas fuerzas políticas que juegan con fuego, que intentan agotar a los derechos humanos y limitar su ámbito de aplicabilidad. Esto puede acabar en una cultura política que ya no se ajuste a la libertad y autonomía de todos los individuos, sino que acepte que sean las mayorías políticas las que dispongan de aquellos que se encuentran en un grupo minoritario.
Traducción: Patricia Islas
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