El economista explicó que la confluencia de los altos precios de la materias primas producidas en la región y las fáciles condiciones de financiamiento externo impulsan el crecimiento del consumo y la inversión en los países latinoamericanos.
No obstante, Lipsky advirtió la complejidad que supone la elaboración e implementación de políticas económicas correctas que equilibren el buen momento y los desafíos que afrontan las naciones de la región.
Destacó, asimismo la resistencia de estas economías a la crisis mundial de 2008-2009 y el fortalecimiento en muchos países de políticas que incluyeron el aumento de reservas internacionales y el ahorro en el gasto público, además de la adopción de metas de inflación y regímenes cambiaros flexibles.
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