Alcalá de Guadaíra pelea por la declaración de Monumento Natural
Los ciudadanos toman las riberas para disfrutarlas especialmente los fines de semana gracias al esfuerzo de las administraciones para recuperar este patrimonio natural de la ciudad. Son más de 200 hectáreas de parques de riberas y 38 kilómetros de senderos.
El Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra vendió en la reciente última edición de la Feria Internacional del Turismo (Fitur) en Madrid este entorno como emblema de la puesta en valor de un río y sus márgenes para la acogida de visitantes que quieran disfrutar de la naturaleza y de la historia. La edil de Turismo, Laura Ballesteros, recuerda que el Plan Turístico Riberas del Guadaíra parte de un convenio entre la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte y el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra “para aprovechar las potencialidades de la ciudad atrayendo las visitas que llegan a la capital hispalense”. Entre sus mayores riquezas, el Guadaíra cuenta con una multitud de molinos cuya producción de pan hizo en su día célebre al municipio. Estas construcciones, con más de tres siglos, han recuperado hoy su estado original para servir de nuevos yacimientos de empleo. De hecho, ya existe un proyecto para poner en marcha un negocio de restauración en el molino de Vadalejos, como uno de los primeros que conseguirá renacer con una nueva función.
Otra de estas construcciones típicas de las márgenes, la antigua fábrica de harina, se convertirá en el Museo del Pan, donde habrá hasta un cooking show, además de albergar la oficina municipal de turismo.
Uno metros más adelante en el curso del río está el Centro de Educación para el Turismo Sostenible, que une el necesario desarrollo con el cuidado y la protección del medio ambiente y que recibe cada día a decenas de escolares para concienciarlos.
Pero no es lo único. El Guadaíra serpentea a los pies de una de las fortalezas mozárabes más grandes de Europa, que se está restaurando como símbolo de la historia de la ciudad para seguir acogiendo grandes eventos en sus patios amurallados, como los festivales flamencos, y poder describir su pasado en un centro de interpretación.
La cuenca está rodeada de grandes espacios de pinares, eucaliptos, naranjos... que se pueden descubrir a pie o en bicicleta, con caminos que aguardan entre manantiales y áreas de descanso con merenderos. Todo para desembocar en el único puente figurativo de Europa. Es el Puente del Dragón, que escenifica este ser que une ambas orillas bajo el castillo.
No sólo las riberas ofrecen posibilidades al visitante, sino que la reciente confirmación de que sus aguas presentan un buen estado, tras haber estado considerado como uno de los ríos más contaminados de Europa, hace posible que sean usadas por cientos de piragüistas.
Toda esta belleza está llamada a ser declarada Monumento Natural por la Junta de Andalucía, algo por lo que actualmente pelea el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra.
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