domingo, 2 de enero de 2011
La ecología está de luto: murió Ricardo Luti
El especialista en botánica tenía 86 años. Profesor emérito de la UNC, era considerado el primer ecólogo de Córdoba.
El movimiento ecológico argentino perdió a uno de sus militantes más reconocidos y la naturaleza, a un defensor comprometido y prolífico.
El último día de 2010, murió en Córdoba el doctor en ciencias naturales Ricardo Luti Herbera.
Había nacido en esta ciudad el 7 de septiembre de 1924.
Pasó su infancia y adolescencia en Candonga, adonde sus padres Segundo Luti (industrial y diputado provincial) y su madre Mercedes Herbera (profesora de matemática y física en la Escuela Alejandro Carbó) debieron mudarse luego del golpe de Estado de Félix Uriburu.
En 1943, Luti se graduó como bachiller en el Colegio Monserrat y en 1947 obtuvo el título de botánico en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
En 1953 logró el master de ciencia y ecología en la Universidad de Colorado, Estados Unidos y cuatro años más tarde se doctoró en ciencias naturales, especialidad botánica, en la UNC.
Buena parte de su actividad como docente de investigación y de extensión se desarrolló en la UNC. Fue profesor titular por concurso en la cátedra de Geobotánica y director del Centro de Ecología y Recursos Naturales Renovables (Cernar).
Además, fue socio fundador y presidente del Club Andino Córdoba.
En 1988 recibió la Distinción Internacional al Mérito “Fred M. Packard” por actividades vinculadas a la conservación de la naturaleza y sus recursos, otorgada por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN).
En 1989 recibió el premio “Konrad Lorenz del Centro de Etología y Gestión Faunística.
Publicó diversos trabajos científicos y de difusión y participó en numerosas reuniones científicas en el país y el exterior.
El 2 de abril de 1991 el Consejo Superior de la UNC designó a Luti como profesor emérito de esa casa de altos estudios y la biblioteca de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC lleva el nombre de este docente cuya muerte enluta a la ciencia y a la ecología.
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