domingo, 2 de enero de 2011
Una investigación que revela que la historia no es como la cuentan
Mitos, leyendas y mentiras rondan la vida conocida de los personajes, dice Alberto Granados
EN HUELVA. Muelle de las Carabelas, en Palos de la Frontera, donde se encuentran las réplicas de las embarcaciones usadas por Cristóbal Colón (Foto: EFE )
Los vikingos no usaban cascos con cuernos; Cleopatra no era una belleza; Juana de Arco no era francesa y las tres carabelas de Colón solo eran dos. Estas son algunas de las numerosas leyendas urbanas que el periodista Alberto Granados desmonta en el libro La historia más curiosa.
Desde tiempos muy lejanos, el ser humano ha sentido curiosidad por los acontecimientos que sucedieron a sus antepasados y que han contribuido a que el mundo sea tal y como lo conocemos actualmente.
La historia es uno de los temas que más seguidores tiene y donde investigadores como Alberto Granados más material encuentran relacionado con hechos y datos curiosos.
La labor más importante del libro La historia más curiosa, en opinión de su autor, es el haber reunido en una sola publicación cientos de curiosidades históricas, todas ampliamente documentadas, y dividirlas en capítulos dependiendo de su argumento.
En su búsqueda, el autor ha querido huir de las historias habituales, de las más conocidas y estudiadas y ha indagado en personajes tan curiosos como el dramaturgo griego Esquilo, que murió al ser golpeado por una gran tortuga que dejó caer desde el aire un águila.
La rapaz, al intentar romper el caparazón de la tortuga debió confundir la calva de Esquilo con una roca y el impacto fue tan fuerte que cayo al suelo abatido por el golpe.
También curiosa es la historia de la primera persona de la que se tiene conocimiento de que murió de risa: el filósofo griego Crisipo de Soli, quien no pudo soportar la risa que le causó ver a su burro intentar comer una planta después de haberle dado de beber vino. El pulso se le aceleró de tal manera que le provocó un colapso.
Muchas historias no son tal y como nos las han contado “y basta dar un repaso a los libros de texto de hace 30 años en España para comprobar que numerosas de las afirmaciones que allí se hacen poco o nada tienen que ver con la realidad”, según el autor.
A la capacidad que tienen los gobernantes de trastocar la realidad en su beneficio, como Alejandro Magno “que -explica el autor- se acompañaba de un escriba que levantaba acta de sus hazañas siempre con la intención de ensalzarle”, se añade en la actualidad el escaparate cultural que es internet “que no es de lo más fiable”.
Leyendas urbanas
Estos aspectos hacen que cada vez abunden más “las leyendas urbanas de la historia, cosas que nos han contado y que no son del todo ciertas” y que Granados ha tratado de desmitificar.
Eva no tentó a Adán con una manzana, los Reyes Magos no fueron tres, Robin Hood no fue el ladrón de los pobres, el manco de Lepanto no era manco, ni a Newton se le cayó una manzana en la cabeza. “Son narraciones que tienen sus ciertos matices y que no son tal y como nos las han contado. Uno no tiene nada más que mirar atrás para ver que la historia ha sido bastante manipulada desde sus inicios”.
Además de desmitificar muchas de las leyendas, Granados ha buscado personajes curiosos, como “los malos” de la historia. “Es impresionante conocer cuánta maldad y cuántos malos ha habido a lo largo de los años”.
Entre estos se encuentran varios emperadores romanos, Vlad Tepes que inspiró la historia de Drácula, o Erzsébet Báthory, aristócrata húngara cuya obsesión por la belleza le llevó a asesinar a centenares de jóvenes.
Buceando en los aspectos curiosos de hechos y personajes que habitualmente no se encuentran en los libros “pero que merece la pena que se conozcan”, Granados ha llenado las páginas de La historia más curiosa de batallas e hechos militares, historias de la Iglesia, los olvidados de la historia (monstruos y animales), espías, historias reales y curiosos personajes.
Entre estos personajes, que el autor se ha ido “encontrando por el camino y que me han llamado mucho la atención por lo que merecen un hueco en la historia”, se encuentran mujeres forajidas, Abulqásim, pionero de la aviación en España, cuerpos incorruptos o la historia de los “castratti”, que eran castrados para conservar sus voces de niños.
El espía más pequeño del mundo
Granados se sorprende y duda de la veracidad de alguna de historias “que parecen imposibles de creer”, como la del espía más pequeño del mundo de origen francés y que llegó a convertirse en uno los más famosos de su época.
Con apenas 58 centímetros y nacido en 1768, Richebourg obtenía información o pasaba mensajes clandestinos para una de las facciones de la Revolución desde un carrito de bebé en el que se introducía después de rasurarse la cabeza y que era paseado por una anciana que trabajaba para la causa.
La historia preferida de Granados es la del mago Jasper Maskelyne, que trabajó para el ejército británico durante la II Guerra Mundial camuflando armas y vehículos e incluso llegó a camuflar el puerto de Alejandría, objetivo para la aviación alemana que fue engañada por este mago. (EFE Reportajes)
Fuente: (El Universal.mx)
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