Los investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia creen que las sustancias, llamadas compuestos bromophycolide, que producen estas algas y que utilizan como defensa química contra el ataque de los hongos marinos podrían ser eficaces contra el parásito de la malaria.
Uno de los fármacos más potentes contra la malaria en la actualidad es la artemisinina, que se un derivado de un arbusto utilizado en la medicina tradicional china, pero en algunas regiones del mundo el parásito de la malaria ha mutado y se ha hecho resistente a la artemisinina, es por ello que los científicos están interesados en encontrar un antipalúdico alternativo contra la malaria.
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