Si el entorno es dueño de la magia que tiene la Baja California, las bondades del kayak se potencian hasta niveles superiores. Y si además se elige una fecha como el invierno boreal, en el que la zona se puebla de ballenas en busca de la misma calidez que disfrutan los viajeros, el panorama roza la perfección.
Como el Arco, insignia de la Baja California Sur. Localizado en las cercanías del Cabo San Lucas, donde las aguas del océano Pacífico y el Mar de Cortés se unen, El Arco es una de varias formaciones rocosas que el tiempo y las mareas han ido modelando. En este caso, sólo son necesarios 20 minutos de remada sostenida para llegar desde la playa El Médano, donde también se alquilan kayaks sit on top, más fáciles de manejar. Desde esta misma playa, una de las más populares, se puede acceder a otros balnearios cercanos, como El Chileno, que se encuentra en el kilómetro 14,5 del Corredor Turístico, entre San José del Cabo y Cabo San Lucas. Y, con la guía adecuada, se puede encontrar la Playa del Amor, un sector de la costa esquivo, que solo se puede ver cada cuatro años, cuando baja la marea. Como telón de fondo de la playa se ve el Océano Pacifico, mientras al frente descansa el Mar de Cortés.
Finalmente, otra alternativa sencilla, ideal para tomar ritmo y prepararse para una travesía es visitar el Estero de San José del Cabo. Es un área protegida que alberga más de 150 de especies de aves y cuyos canales de pocos metros de ancho son ideales para recorrer en kayak.
De La Paz a San Felipe
Claro que la historia de la navegación de estos lares comenzó mucho antes. Cuando Cortés partió en su primera expedición desde la desembocadura del río Balsas con 100 hombres y tres navíos: el Santa Águeda, el San Lázaro y el Santo Tomás, en busca de la Isla de las Amazonas, la Isla del Mar del Sur o la Isla de las Perlas, que eran los nombres con que se llamaba lo que hoy se sabe es la larga Península de Baja California.
Tras más de dos semanas de navegación, la flotilla llegó a Bahía de La Paz, bautizada entonces como de la Santa Cruz. Su denominación actual corresponde a Sebastián Vizcaíno, que quiso honrar así a los indios que lo recibieron con frutas, conejos, liebres, y venados. Al partir desde La Paz en una excursión de kayak, la primera de las playas que se visita es la de San Gabriel, para luego navegar hacia las islas de Espíritu Santo y La Ballena. Al igual que la Isla Partida, son islotes que albergan a numerosas aves marinas como pelícanos, fragatas y cormoranes, así como a colonias de lobos marinos que se acercan a las embarcaciones hasta casi tocarlas.
En esta época del año, el contacto con la naturaleza se intensifica a medida que se toma el rumbo Norte y las playas se hacen más solitarias. Y muy especialmente cuando se navega en busca de las ballenas. El lugar de mayor concentración y conservación es la Bahía de Magdalena. Los cetáceos llegan en el invierno boreal a este plácido rincón de la costa pacífica para resguardarse del duro clima de Alaska, que es su otra residencia semi permanente. En una excursión de al menos dos días, pero que conviene extender a jornadas, se parte de La Paz y se toma rumbo norte. Claro que también existen opciones de navegaciones en botes a motor que se hacen en una tarde, pero la experiencia, está claro, no es la misma. z we
Datos útiles
l Cómo llegar:Desde Buenos Aires parten vuelos diarios a México D.F con precios de u$s 1500. Aeroméxico ofrece vuelos directos por u$s 1700.
Desde México D.F. parten vuelos sin escalas, con una duración de una hora y diez minutos con precios que rondan los u$s 930.
En ocasiones hay combinaciones como las que ofrece LAN con salidas programadas y precios menores s u$s 2000.
Kayaks
Existen varias empresas que organizan salidas de kayak en la región. Algunas como Outpost cuentan también con alojamiento y combinan 4 días de hotel con remadas diarias por un mínimo de u$S 650.
Información en:
ww.sea-quest-kayak.com
www.bajaoutpost.com
www.kayakbaja.com
Más información:
http: www.descubrebajacalifornia.com
Fuente: ( cronista )
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