lunes, 21 de febrero de 2011

La Amazonia peruana en riesgo

Los pueblos indígenas aislados en la Amazonia se encuentran en situación critica a causa de los intereses empresariales. Explotación de hidrocarburos, caza y pesca indiscriminada, y tala ilegal son algunas de las actividades que están destrozando el “pulmón del mundo”.




Se supone que Perú tiene planes para evitar estos impactos en el hábitat de las poblaciones indígenas. Sin embargo, los planes del gobierno para su territorio amazónico han ido en contra de esta idea, lejos de defender la Amazonía, la subasta para beneficiar a Estados vecinos. Del mismo modo que permite la extracción informal de oro y la tala indiscriminada que esta acabando con la Selva. El gobierno ha puesto en marcha desde hidroeléctricas hasta nuevos ramales que unen Brasil y Perú. El último ha sido un proyecto hidroeléctrico entre estos dos países. Ante estas iniciativas, la población indígena reclama sus derechos y se alzan a la lucha de sus espacios. Actualmente, se encuentran en estado de rebelión frente a la próxima construcción hidroeléctrica que les expulsara del valle de la Amazonia.

El proyecto se realizará en el río Xingu, uno de los más importantes del lugar y abarcará mas de 410 kilómetros. La obra inundara pueblos, bosques tropicales y cien kilómetros de vías. Lo más preocupante, además de los graves impactos medioambientales, es que no se hace para cubrir las necesidades energéticas peruanas. Es para satisfacer la creciente demanda de energía por parte de Brasil. Por ello, no cuenta con el apoyo de los habitantes de la zona. Todos acabaran desplazados y se quedarán sin sus hogares y sin sus plantaciones de cacao, piña y plátano. “Todo quedará bajo el agua. Ahora lo importante es a donde llevar a esos desplazados”, se lamenta Aldo Santos funcionario de los servicios de educación social.
Para los promotores del proyecto, la idea de la presa es que “sirva de resistencia para neutralizar la ocupación desordenada y la creación de pueblos de migrantes que genera mayores impactos“.

Cerca, ya fuera del sector de influencia de la presa, esta Huepetue. Una zona de extracciones de oro que ha destrozado bosques y ríos amazónicos sin medida ni clemencia. Tanto, que es difícil imaginar que por allí corrían ríos y había una frondosa vegetación. La presencia del Estado es muy débil, a pesar de que tiene conocimiento de que en esa zona se exporta el oro sin ningún control.

Alrededor existen zonas donde los bosques han sido completamente arrasados debido a la tala ilegal. “La deforestación de la Amazonia puede tener un grave impacto en el clima. La destrucción de las masas forestales libera a la atmósfera 5.000 millones anuales de dióxido de carbono, el 20% del total de emisiones”, advierte Pedro Amaya agente forestal. Varias especies de maderas están desapareciendo y con ellas la vida de los indígenas no contactados que habitan la selva. En Perú existen catorce etnias localizadas, pero no son las únicas. Podría haber más. La fundación Survival Internacional, que defiende a los pueblos indígenas, ha dado a conocer varias imágenes que muestran una nueva tribu en aislamiento en la frontera de Perú y Brasil. El problema es que existe evidencia de extracción de madera ilegal en las reservas territoriales donde se encuentran. Esto esta ocasionando enfrentamientos y muertes entre madereros y aislados. “Los taladores ilegales destruirán a esta tribu. Es vital que el Gobierno peruano los detenga antes de que sea demasiado tarde”, dice en un comunicado el director de Survival, Stephen Corry.

La mayoría de los bosques talados han sido reemplazados por plantaciones de aceite de palma para biocombustibles y otros usos. Las consecuencias de estas son incluso peores que la tala. A los indígenas no les dejan espacio cazar y recolectar. Su modo de vida se vuelve imposible. Lo que ocurre en la región es un crimen contra la naturaleza, las tribus y la fauna. “Es un testimonio de la completa irracionalidad con la que nosotros, los ‘civilizados’, tratamos al mundo”, explica José Carlos Meirelles en nombre de Survival Internacional. Según datos de esta organización, la mitad de las más de 100 tribus aisladas que están en peligro por enfermedades, asesinatos o expulsiones, se encuentran entre Brasil y Perú. “El mundo tiene que despertar y asegurarse de que sus tierras son protegidas de acuerdo a la ley internacional”, manifiesta Stephen Corry.

Todas estas actividades están llevando a la desaparición de la Selva Amazónica. El gobierno se cruza de brazos y accede a los intereses de los grande empresarios sin escrúpulos. Mientras, las tribus indígenas luchan por sus derechos y por sobrevivir en un entorno que cada vez es más desértico y contaminado. A estos pueblos se les niegan sus derechos fundamentales más básicos, incluso el de la vida, por eso es crucial que los protejamos.


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