La tuberculosis, que es considerada una enfermedad de tiempos pasados, parece haber vuelto a Europa. En el Reino Unido se registra un nivel alarmante de esta enfermedad, que ya no se limita a las capas marginales de la sociedad. Incluso las personas de clases acomodadas pueden padecer este mal, lo que a veces impide detectarlo a tiempo.
Shyama Perera, nacida en Sri Lanka, vive en el Reino Unido desde pequeña. Es periodista y pertenece a la clase media. Sin embargo, padeció tuberculosis. Dice que antes para ella, la tuberculosis era una enfermedad relacionada con la pobreza y la suciedad en el entorno, pero no con la falta de higiene personal.
Está segura de que se contagió viajando en el transporte público de Londres. Notó un gran cambio en su personalidad. Debido a la enfermedad, Shyama, siempre muy activa, se convirtió en una mujer cansada que siempre estaba de mal humor.
Sin embargo, los médicos no podían creer que una persona de clase acomodada pudiera tener esta enfermedad. Tardaron cinco años en diagnosticársela. Tras seis meses de tratamiento, Perera está bien. Ha tenido suerte porque, a diferencia de muchos, ha podido acceder a todos los tratamientos necesarios.
Un estudio muestra que en los últimos 30 años en la ciudad se han diagnosticado más de 9.000 nuevos casos, lo que hace creer que la tuberculosis vuelve a extenderse por el Londres del siglo XXI.
Algunos especialistas de protección sanitaria suponen que la razón de este aumento está relacionada con las personas infectadas que llegan al Reino Unido de países con un alto índice de tuberculosis.
La situación es tan grave que algunos ya llaman a Londres “la capital europea de la tuberculosis”. Hoy en día Gran Bretaña es el único país de Europa Occidental en el que las tasas de tuberculosis están creciendo.
A diferencia de otros países donde la tuberculosis también alcanza niveles alarmantes, en el Reino Unido esta enfermedad ya no se limita a las capas marginales de la sociedad. Esto requiere que se elaboren nuevos métodos para combatirla.
Shyama Perera, nacida en Sri Lanka, vive en el Reino Unido desde pequeña. Es periodista y pertenece a la clase media. Sin embargo, padeció tuberculosis. Dice que antes para ella, la tuberculosis era una enfermedad relacionada con la pobreza y la suciedad en el entorno, pero no con la falta de higiene personal.
Está segura de que se contagió viajando en el transporte público de Londres. Notó un gran cambio en su personalidad. Debido a la enfermedad, Shyama, siempre muy activa, se convirtió en una mujer cansada que siempre estaba de mal humor.
Sin embargo, los médicos no podían creer que una persona de clase acomodada pudiera tener esta enfermedad. Tardaron cinco años en diagnosticársela. Tras seis meses de tratamiento, Perera está bien. Ha tenido suerte porque, a diferencia de muchos, ha podido acceder a todos los tratamientos necesarios.
Un estudio muestra que en los últimos 30 años en la ciudad se han diagnosticado más de 9.000 nuevos casos, lo que hace creer que la tuberculosis vuelve a extenderse por el Londres del siglo XXI.
Algunos especialistas de protección sanitaria suponen que la razón de este aumento está relacionada con las personas infectadas que llegan al Reino Unido de países con un alto índice de tuberculosis.
La situación es tan grave que algunos ya llaman a Londres “la capital europea de la tuberculosis”. Hoy en día Gran Bretaña es el único país de Europa Occidental en el que las tasas de tuberculosis están creciendo.
A diferencia de otros países donde la tuberculosis también alcanza niveles alarmantes, en el Reino Unido esta enfermedad ya no se limita a las capas marginales de la sociedad. Esto requiere que se elaboren nuevos métodos para combatirla.
Fuente: ( rt noticias )
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