Reciclaje en moda muestra maravillas de la naturaleza

CON BOTELLAS PLÁSTICAS SE PUEDEN ELABORAR VARIAS PRENDAS DE VESTIR

El reciclaje es una práctica que en los últimos años se ha intensificado en varios países del mundo. Uno de sus objetivos principales es la preservación de los recursos naturales.

Con los materiales que se reciclan se pueden obtener muchos productos que no sólo resultan útiles, sino que son amigables con el medio que nos rodea. Pero ¿quién pensaría tiempo atrás que reciclar botellas podría dar como resultado algunas prendas de vestir? Hoy eso es posible. La Fundación Budista Tzu Chi muestra que sólo hay que tener entusiasmo y creatividad para hacer del mundo algo mejor.

La entidad, que se encarga de distribuir estos atuendos que se diseñan y se elaboran en Taiwán, cree en que es posible colaborar con el medio ambiente, no importa desde qué área se haga.

Mariana Ju, miembro de la organización, cuenta que el primer diseño que hicieron con este concepto, fue el de las mantas y luego se elaboraron chalecos, pantalones, camisetas, ropa y zapatos de bebés, gorras y bultos.

Destaca que los colores de la ropa son de la misma tonalidad de la botella que se recicla, lo que hace el atuendo más atractivo.

Cómo cuidar la ropa

Ju explica que la ropa reciclada es muy delicada, ya que no se puede lavar con agua caliente y no se plancha, porque la tela no se arruga. “Después que se lave la prenda de vestir, se tiende sin pasar por secadora y una vez esté seca está lista para usarse”, puntualiza.

Dice que la ropa ha sido enviada a 24 países. Entre los atuendos están medias y zapatos de bebés, gorra, bulto y mantas.

En República Dominica la ropa está de muestra en la Fundación Tzu Chi, que ayuda a las personas necesitadas sin importar su religión, nacionalidad, ni ubicación geográfica.

Ju expresa: “Está de moda hablar de medio ambiente.

Hay que pensar en los desastres naturales recientes en los países de América y preocuparse cada día más por cuidar el medio que nos rodea”.

TRABAJO POR UN MUNDO MEJOR   

La fundación budista se creó en Taiwán en el año 1966 por Cheng Yen, y cuenta con 10 millones de miembros en 47 países. En 1999 llegan a República Dominicana por motivo del huracán Georges.

Trabajaron en La Romana  donde construyeron una escuela. Laboraron en San Juan de la Maguana, Barahona y Azua, donde el huracán causó muchos estragos.


Fuente: ( listindiario.)