sábado, 26 de marzo de 2011
"El cambio climático debe llevarnos a la acción al ser parte del problema y de la solución"
Pregunta.- ¿Qué le ha llevado a escribir este libro?.
Respuesta.- La semilla de este libro está en 1996 cuando trabajaba en Cambridge y asistí a una conferencia del profesor Martin Perry que por entonces era uno de los copresidentes de uno de los grupos de trabajo del IPPC. Los datos que presentó eran rotundos y alarmantes y me sorprendió que se estuviera haciendo tan poco. Otro hecho ha sido la participación en la traducción de la película "La edad de la estupidez". La propuesta tanto de WWF y de la editorial Viceversa de hacer un libro dedicado a los ciudadanos me ha parecido una oportunidad para ayudar a generar una sociedad más consciente sobre este problema que nos amenaza.
Cambio climático, una amenaza real
P.- Usted afirma que el cambio climático ha dejado de ser algo distante para convertirse en una amenaza real. ¿En que se concreta?
R.- Aunque en el libro me refiero al cambio climático como una amenaza real, no quiero transmitir una visión catastrofista. Intento generar acción a partir de una actitud positiva. Esta crisis ecológica la entiendo más en el doble significado que tiene para japoneses o chinos la palabra crisis que significa tanto peligro como oportunidad.
Amenazas como el acceso a recursos básicos como el agua, alimentos, podemos verlo también como un indicador de que las cosas no se están haciendo bien y que deberíamos actuar de otra manera. Y eso es lo que me parece que es la oportunidad. Nos puede impulsar para avanzar en lo que denominamos economía verde, restauración ecológica, ciudades más saludables_
P.- Usted alerta sobre situaciones que pueden llegar a producirse si no se toman con tiempo medidas para atajar esas consecuencias. ¿Seremos capaces de hacerlo?
R.- Estoy convencida de ello. Confío en la inteligencia de nuestra especie. Eso sí, nunca antes nos habíamos enfrentado a un reto de semejantes dimensiones y el pensamiento lineal ya no es suficiente. Debemos emplear formas no convencionales y creativas para enfrentarnos a la complejidad de la situación. Pero también es verdad que no tenemos todo el tiempo del mundo.
Cambio social frente a cambio climático
P.- Dentro de las soluciones para combatir el cambio climático, usted habla de cambio social frente a cambio climático. ¿Cuáles han de ser las claves de ese cambio social?
R.- Este cambio social debe venir del convencimiento de que es posible enfrentarnos a él y de que saldremos vencedores y más fuertes. Tenemos que convencernos que el cambio climático aunque es muy amenazador podemos aprovecharlo para hacer las cosas de otra forma. Veo el planeta y los seres humanos en un momento de gran actividad. Creo que los cambios que se van a producir tienen que ver con cómo utilicemos la energía, cómo nos movemos, qué tipo de productos producimos y qué tipo de ciudades tenemos. Solo en España, 16.000 personas mueren al año por temas relacionados con la contaminación... Tenemos que convencernos que podemos y debemos hacer las cosas de otra forma.
P.- ¿Deberían incluirse entre las prioridades las relaciones entre los derechos humanos y el cambio climático?
R.- Hace tiempo que se debate la inclusión del derecho a un medioambiente sano como uno de los derechos humanos de Naciones Unidas. El cambio climático es un indicador de un medio ambiente que no es saludable. Las personas tenemos derecho a un entorno adecuado, que no nos haga daño. Dentro de esta demanda por incluir el medio ambiente dentro de los derechos humanos creo que habría que tener en cuenta al cambio climático.
P.- Dice que todos somos parte de la solución para poner freno al cambio climático y que las claves para combatirlo pasan por transformar nuestro día a día para hacerlo más sostenible. ¿Necesitamos un cambio de mentalidad?
R.- Más que un cambio de mentalidad lo que necesitamos es adquirir un mayor grado de conciencia; de que todos somos parte de la solución porque todos somos parte del problema; lo que cada uno de nosotros haga o no tiene un impacto; hay que asumir que frente al cambio climático todos somos protagonistas y cada uno debe elegir su papel. El libro pretende dar las claves para que nos impliquemos con la razón y con el corazón y actuemos como ciudadanos responsables tomando decisiones en nuestro día a día calibrando las distintas opciones que tenemos y elegir la más ecológica.
P.- También aborda los aspectos políticos del problema. Dice que la respuesta de los gobernantes es insuficiente y genera desconcierto ¿Qué se debería hacer desde la política para detener esta degradación?.
R.- Frente a científicos e instituciones ambientales que insisten en la necesidad de actuar de una manera más ambiciosa, los gobernantes van varios pasos por detrás. Debemos tener presente que los gobernantes responden a lo que los ciudadanos les demandan. Los gobernantes, con su visión cortoplacista, no están a la altura que se requiere para liderar los retos.
P.- Y desde la economía?.
R.- Sorprendentemente ya se habla de economía verde. En la medida en que un nuevo modelo de desarrollo puede generar un beneficio económico, ya hay empresas que están muy bien posicionadas para avanzar en las medidas necesarias para frenar el cambio climático. Pero ya en el libro avanzo que no puede ser que la economía vaya por delante de todo lo demás.
La mejor protección frente al cambio climático es el conocimiento
P.- ¿Qué aspectos deberían tenerse en cuenta para proteger a los ciudadanos de los efectos del cambio climático?
R.- La mejor protección es el conocimiento. En Estados Unidos, las instituciones que trabajan en temas de educación han desarrollado un programa de alfabetización sobre el cambio climático. Cuando las personas toman conciencia de lo que ocurre puede tomar decisiones.
P.- Aunque todavía es pronto para conocer si fenómenos como el acontecido en Japón puede estar relacionado con el cambio climático ¿qué valoración hace de este tipo de sucesos?
R.- Ya en 2006 había científicos que decían que el cambio climático podría afectar a los terremotos. Una de las hipótesis que se baraja es que el derretimiento de los glaciares está modificando la superficie terrestre al hacer que el balance en el peso sobre la corteza terrestre cambie. Esto podría generar movimientos sísmicos lo mismo que actividad volcánica.
P.- Japón ha traído con más virulencia el debate sobre la energía nuclear. ¿Que opina usted sobre este tema?
R.- Soy una defensora del principio de prevención y precaución y preferiría que los recursos que se invierten en la energía nuclear rehicieran en energías renovables. La energía nuclear tiene unos enormes riesgos intrínsecos. Por eso también se invierten grandes recursos en la seguridad pero los riesgos siguen estando presentes como ha ocurrido en Fukushima. Tanto las energías fósiles como la energía nuclear son energías del pasado y ahora lo que toca es desarrollar el modelo energético del futuro.
P.- ¿Cómo valora la política ambiental del Gobierno?
R.- Me gustaría ver un Gobierno donde la política ambiental fuera más allá de lo que hace un Ministerio de Medio Ambiente. La política ambiental debería tener un recorrido horizontal en todos los ministerios y esto todavía no se ha conseguido. No existe una coherencia medioambiental entre propuestas del ministerio de Medio Ambiente y ministerio de Industria o de Economía.
P.- ¿Se está notando el nuevo cambio de titular en el Ministerio de Medio Ambiente y si es así ¿en qué sentido?
R.- Creo que la nueva ministra ha dado un nuevo impulso. Su propuesta de sumarse a los países que reclamaban una disminución del 30% de las emisiones de CO2 para Europa me parece positiva. Ahora lo que hay que ver es cómo se traduce en medidas más ambiciosas para nuestro país.
P.- ¿Necesitamos un Pacto de Estado para combatir el cambio climático?
R.- España tiene compromisos y responsabilidades de Estado como el Protocolo de Kioto. De hecho el cambio climático y sus efectos ya se están teniendo en cuenta en las estrategias de defensa y seguridad de los Estados. Creo que sería importante un pacto sobre estos temas por lo menos para consensuar las medidas más importantes y evitar una utilización partidista de algo tan serio
P.- ¿Qué balance debemos hacer del Año de la Biodiversidad que se ha celebrado en 2010?
R.- Hemos avanzado sobre todo en trasladar a los ciudadanos la importancia que tiene la biodiversidad y cómo dependemos de ella. Hemos avanzado en comunicación pero no tanto como para decir que estamos en el camino adecuado para frenar esa pérdida de biodiversidad.
P.- En este año 2011 dedicado a los bosques ¿dónde deberíamos poner el acento?
R.- Debemos poner el acento en su protección, gestionarlos mejor. No hay una respuesta social importante frente a la desaparición de bosques o a la reducción de su tamaño. Cada ciudadano debería disponer de un bosque al que poder ir para retomar el contacto perdido con la naturaleza. Reivindico como lema "Una ciudad, un bosque".
Fuente: ( EFE VERDE )
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