Su verdadero nombre era Erik Weisz, pero fue cambiado por Erich Weiss al emigrar con su familia a Estados Unidos, precisamente a Wisconsin, cuando tenía sólo 4 años.
Deslumbrado por la magia, a los 9 años, se paró por primera vez ante el público. Fue en un circo que pasó por Appleton, el pueblo en el que residía. Pero fue recién a los 13 cuando, en honor a Jean Eugène Robert-Houdin, definió su nombre artístico como Harry Houdini, agregando una "i" al final para indicar "parecido a Houdin".
Su carrera estuvo repleta de desafío, todos relacionados con el escapismo, del que hizo un arte gracias a sus atributos físicos forjados durante años de trabajo.
Lo cierto es que su leyenda, que impulsó la carrera de muchos profesionales de la magia, lleva películas, series y libros avocados a sostenerla.
Fuente: ( lagaceta.com )
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