domingo, 20 de marzo de 2011

Polar: una idea que crece desde hace 70 años

No tiene ni un siglo, tiempo pequeño para haberse convertido en un modelo empresarial de Latinoamérica, pero su historia revela los rasgos más preponderantes de su éxito, signados por la creatividad, la calidad de los productos, la prioridad dada al trabajador y la actualización permanente en los conceptos de nueva gerencia.

La empresa Polar, no siempre fue la gran industria de cerveza y alimentos que todos conocen. Sus inicios revisten dosis de modestia y gran contenido de creatividad, perseverancia y actualización permanente de técnicas y procesos gerenciales. En la celebración de sus 70 años se recordó con detalle la trayectoria de la marca, que nace en 1941 de la idea fundamental del joven abogado Lorenzo Alejandro Mendoza Fleury.

Mendoza y Compañía era la empresa de la familia, producían velas y jabones, en ese escenario Lorenzo Mendoza Fleury encontró el terreno fértil para desarrollar sus ideas con estilo propio. Sus características de espíritu emprendedor, intuitivo, entusiasta, y orientación a la excelencia le dieron éxito, cualidades que mantuvieron y mantienen las generaciones que le sucedieron.

En coincidencia con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, el visionario tuvo la idea de establecer una compañía cervecera, plan que dibujaba grandes riesgos, pero en la Navidad de 1939 llega desde Europa, a Venezuela, la primera paila de cocimiento, y el 14 de marzo de 1941 se iniciaba la historia de Cervecería Polar C. A., con capital venezolano, teniendo por sede una pequeña planta en Antímano, al oeste de Caracas.

De acuerdo a la historia de la empresa, llega atraído por un anuncio publicado en la prensa caraqueña, un joven de 26 años, checoslovaco de origen judío, quien emigraba por la guerra, Carlos Roubicek, maestro cervecero. El joven plantea a la Junta Directiva la necesidad de cambiar la fórmula del producto, detectó que el consumidor deseaba una cerveza más refrescante. Así mismo llegan al primer lugar de preferencia con una producción de sólo 30 mil litros mensuales y 50 trabajadores, y enfrentando la competencia agresiva de unas 14 marcas que existían.

En 1950 arranca operaciones una segunda planta cervecera, en el oriente del país; al año siguiente, se suma la de Los Cortijos.

Siendo las hojuelas de maíz uno de los ingredientes fundamentales de la fórmula para la cerveza Polar, la empresa decide construir su planta procesadora de maíz en Turmero, estado Aragua, con el fin de sustituir la importación y autoabastecerse, ésta decisión sería un paso determinante en el posterior desarrollo del negocio de alimentos.

Maltín y Fundación Polar

En 1960 nace la planta cervecera de Maracaibo. En 1951 crean Maltín Polar, bebida sin alcohol.

En 1962, con 35 años de edad, Juan Lorenzo Mendoza Quintero afirmaba: "en la vida todo se puede construir y hacer, siempre y cuando sea para el bienestar general", ese mismo año muere y su padre retoma la empresa.

Se incorporan nuevas instalaciones y se amplía el portafolio de productos, con aceite de maíz (1966) y alimentos balanceados para animales (1967).

En 1969 fallece Mendoza Fleury, y su otro hijo, Lorenzo Mendoza Quintero, debe dejar su profesión de psiquiatra para dedicarse a la organización. Crea el plan de jubilación para los trabajadores, en 1972, e impulsó construcción del gran complejo cervecero en el centro del país (inaugurado en 1978), lo que dio fortaleza a la compañía. En 1977 crean Fundación Polar.

En 1968 incursionan en los negocios de arroz, en 1987 en pastas y helados. Sin embargo en febrero de 1987 muere Lorenzo A. Mendoza Quintero y le corresponde a su viuda, Leonor Giménez de Mendoza, y la viuda de su hermano, Morella Pacheco Ramella, encargarse de la conducción de la empresa. En 1990 salió al mercado la primera producción de vinos Pomar.

La nueva era

El relevo generacional ocurre en 1992 con Lorenzo Mendoza Giménez y Juan Lorenzo Mendoza Pacheco, quienes se enfocaron en tres aspectos: reinversión continua, visión de largo plazo y excelencia operativa.

En 1993 suman el negocio de refrescos, con la adquisición de la compañía Golden Cup, tres años después, en diciembre de 1996, mediante la alianza estratégica con PepsiCo., nace Pepsi-Cola Venezuela C.A.

En 1996 se inicia el negocio de Alimentos en Colombia. Hoy con oficinas en Bogotá y una planta productora de harina precocida de maíz, avenas y arepas listas para comer, ubicada en Facatativá, población cercana a la capital colombiana.

Entre los acontecimientos más relevantes de esos años figuran: construcción de dos grandes plantas de Pepsi-Cola Venezuela en Caucagua y Maracaibo (1999), adquieren Mavesa (2001), incorporan los productos Quaker y Gatorade (2002).

En 2009 se inaugura el Centro de Desarrollo Deportivo Empresas Polar, en San Joaquín, estado Carabobo. Allí más de 200.000 niños y jóvenes practican diversas disciplinas de forma organizada.

Y en 2010, Alimentos Polar anuncia la instalación de una planta de yogures en Venezuela, mediante alianza con el Grupo Leche Pascual, de España.

Una salida para el país

Con esa nueva misión que se vincula con la herencia conceptual y pragmática de la empresa Polar, su presidente ejecutivo Lorenzo Mendoza, recordó en la celebración de los 70 años, conceptos que mantienen vigentes: "Yo quisiera agradecer a las múltiples caras que vemos aquí de proveedores, clientes, consumidores, aliados, productores que han hecho posible este crecimiento y este círculo virtuoso del cual siempre hablo, que es que trabajando juntos, cada quien cumpliendo con lo que le corresponde podemos generar mucho bienestar y mucha prosperidad, y esa ha sido la fórmula de éxito de empresas Polar, trabajar conjuntamente".

Eso nos enorgullece y deja grandes satisfacciones. Somos una empresa privada integra con valores, que toda empresa privada debe tener. No hay salida del país sino por la vía de una empresa privada integra, comprometida, que invierta, que arriesgue... y que sin duda sea comprometida y responsable con la comunidad a la cual ha servido más allá de los bienes y servicios que ofrezca".

"Arepa pa` todo el mundo"

La emblemática harina P.A.N., nace en la Venezuela de 1960. Para esa época la arepa, el plato típico del venezolano, corría el peligro de desaparecer por su laboriosa preparación, en un país que comenzaba a experimentar cambios en su ritmo de vida. "La harina de maíz pre-cocida marcaba entones un hito en la mesa del venezolano, haciendo rápida y sencilla la preparación de la arepa".

Con la arepa se concretan también otras ideas, y Juan L. Mendoza propone crear la Asociación Civil sin fines de lucro "El Puntal", destinada a fortalecer la acción social tanto para los trabajadores y sus familias, como para la comunidad.

escrito por Judith Valderrama/DLA Táchira  

Fuente: ( diariolosandes )

1 comments:

He ahi un modelo empresarial, k con enteresa y ahinco ha logrado vencer los tiempos de crisis: economica, moral y social..mas empresas como Polar y menos "misiones Bosal de arepa" para Vzla.

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