Cuenta con la medalla de oro del Salón Internacional de Invenciones de Ginebra y el premio al Mejor Invento del Club de Inventores Españoles entre otros galardones. Lleva toda una vida dedicada a la investigación como experta en estética, nutrición y terapias alternativas, y su descubrimiento, ya una marca registrada y un producto patentado y reconocido como novedad absoluta mundial es, sin lugar a dudas, toda una revolución en materia de rejuvenecimiento facial. Sin embargo, su nombre no se conoce. Se llama Encarnación Mira, es doctora de profesión e inventora de vocación, y ha descubierto el que va a convertirse en el tratamiento estrella de la temporada por su efectividad y carácter no invasivo.
La idea surgió a partir de un reportaje en televisión que hablaba sobre los campaneros. Todos los hombres entrevistados no tenían una sola arruga a pesar de ser personas expuestas al sol y a las inclemencias del tiempo. Tras meses de investigación en los que Encarnación estudió la influencia del sonido, la vibración y los materiales sobre la piel, nació
Touche le Mirage, un diapasón de precisa afinación que transmite a nuestro cuerpo una gran cantidad de energía vital en forma de vibración. “Su nombre, en español, significa algo así como
toque milagroso”, explica a
Vanitatis con entusiasmo la inventora.
Touche le Mirage, nombre con el que Encarnación ha bautizado a su criatura, es
un nuevo y revolucionario sistema de rejuvenecimiento facial de los que hay que ver, o mejor dicho probar, para creer. Y es que una vez comprobados sus resultados (en una sola sesión se aprecia un ‘efecto flash’ sorprendente), no podemos sino preguntarnos por qué esta técnica no ha trascendido a los medios de comunicación especializados en belleza y últimas tendencias. La única razón posible es que la mayoría de estos no lo ha probado. Tiempo al tiempo.
Lo cierto es que todo esto puede sonar a ‘cuento chino’... y algo de asiático tiene. Según la medicina tradicional china, cada vez más aceptada en Occidente, actuando sobre determinados puntos del cuerpo se consigue balancear la energía para afrontar cualquier desequilibrio o enfermedad. Con estas bases, el resonador inventado por Encarnación transmite a nuestro cuerpo una gran cantidad de energía en forma de vibración. Pero en este descubrimiento no radica todo el secreto. Este artilugio ‘mágico’ está rematado por un pedazo de ónix tallado. “Las gemas poseen propiedades magnéticas por las que han sido utilizadas con fines terapéuticos por diferentes civilizaciones ancestrales”, aclara la especialista. “Después de hacer mil pruebas con diferentes piedras y aleaciones de metal, descubrí que el ónix era la más adecuada para combinar con el recubrimiento de oro del diapasón”.
Sin cables, pilas, toxinas, agujas o postoperatorios, Touche le Mirage se basa únicamente en elementos naturales y fuentes de energía beneficiosas para el cuerpo humano. La conjunción armónica de estas fuentes y la vibración del instrumento sobre nuestra piel, mediante un masaje realmente placentero y relajante, consigue en pocos minutos elevar los pómulos, el contorno de la cara, y disminuir las arrugas de expresión y demás signos de envejecimiento cutáneo. En definitiva, es capaz de producir inmediatos efectos de rejuvenecimiento.
Para otros, este tratamiento también puede parecer un ‘falso milagro’. Aquí, conviene hacer especial hincapié al lado ‘mágico’ de su funcionamiento. “Las arrugas se borran con una nota musical, es algo así como embellecer con la caricia de la música”, asegura la inventora. Y es que la clave de la efectividad de esta solución de belleza viene dada por aplicación sobre puntos de acupuntura de la energía de la frecuencia de resonancia, amplificada y modulada al pasar a través del ónix. Así, se consigue un triple efecto:
- A nivel
biológico, se incrementa la oxigenación y el riego sanguíneo, estimulándose así el proceso de limpieza y rejuvenecimiento de las células de la piel.
- A nivel energético, mediante los meridianos se estimulan los sistemas nervioso e inmunológico, favoreciéndose así el efecto inmediato de rejuvenecimiento. Un ‘efecto flash’ que perdura. Al ralentizarse el envejecimiento, la durabilidad va en aumento con sesiones posteriores.
- Adicionalmente, el proceso reflexológico del masaje con el resonador induce a una profunda relajación, generando un estado de bienestar y energía que perdura durante horas.
Con todo y con esto, podría decirse que Touch le Mirage es mucho más que otro ritual de rejuvenecimiento: es real, completamente natural y su efectividad es innegable. Algunos de los premios internacionales más prestigiosos lo acreditan, pero también el resultado demostrable en sus pacientes, que después de varias sesiones siguen sorprendiéndose al mirarse al espejo. “Puede crear adicción”, bromea Encarnación, “las mujeres, sobre todo las de más edad, vuelven a gustarse frente al espejo y los hombres, especialmente, disfrutan tanto de los resultados como de la relajación que aporta el masaje, y sin pringues, máquinas ni nada parecido”.
El nuevo must have de nuestro tocador
En un par de años, Encarnación ha visto como Sanat, su pequeño centro de terapias alternativas situado en el número 2 de la madrileña plaza de Jacinto Benavente, se ha llenado de pacientes ‘adictos’ a los beneficios naturales de Touche le Mirage. Por esta razón, la doctora ha decidido compartir su descubrimiento con todo el mundo. Ahora vende su invento en tres diferentes tamaños, calidades y precios, tanto a clínicas profesionales como a particulares, y les enseña cómo sacarle el máximo partido. Tiene pedidos hasta de los Emiratos Árabes y los centros de medicina estética más exclusivos del barrio de Salamanca se pelean por adquirir uno de estos diapasones maravillosos. “Cada día descubro algo nuevo”, cuenta la creadora, “hace poco, vino una paciente con botox en el rostro, el cual había perdido toda su eficacia, y tras un par de sesiones descubrimos que se recoloca. No lo esperábamos. La primera sorprendida fui yo”.
Sin embargo, Encarnación no considera haberlo conseguido todo. “Cuando uno madura emocionalmente, descubre más cosas”, expone convencida. “No sigo el patrón de inventor básico: hombre, de 35 a 45 años, con un equipo de profesionales detrás... ¿Una mujer sola, de más de 50 y española? Es algo fuera de lo común y me siento muy orgullosa”. ¿Su próximo reto? Demostrar que los resultados de Touche le Mirage no son solo estéticos, sino que su efecto también incide sobre la salud. Algo que posiblemente consiga pronto, pues con tan solo una sesión de 45 minutos, además de encontrar nuestro rostro rejuvenecido, salimos relajados y con energía. El carácter cambia, la alegría interna aumenta.
Fuente: ( vanitatis )
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