domingo, 13 de marzo de 2011

“Un aviso para el mundo”: Merkel

Francia alega que sus plantas son “seguras”




Los problemas en los reactores nucleares japoneses tras el terremoto y tsunami del viernes llevaron ayer al menos a un país a anunciar que revisará la seguridad de sus centrales. 
La canciller alemana Angela Merkel señaló, al término de una reunión de crisis en la que participaron el ministro de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, y el de Medio Ambiente, Norbert Röttgen, que “lo ocurrido en Japón es un aviso para el mundo”, sobre todo por tratarse de un país que, a pesar de ser altamente desarrollado, que cuenta con con altos estándares de seguridad, está viviendo una inquietante crisis nuclear.

Eso, recalcó, obliga a “sacar las conclusiones oportunas”. “Alemania no puede simplemente pasar por alto el tema”, añadió la canciller.

“Sabemos que nuestras centrales son seguras, pero debemos analizar la situación”, aclaró Merkel, quien invitó a abordar la cuestión a “escala de la Unión Europea”.

La canciller indicó, asimismo, que hablará de este delicado asunto con los jefes de gobierno de todos aquellos estados federados en donde se encuentran las plantas atómicas alemanas.

A raíz del accidente en la planta japonesa de Fukushima, la oposición socialdemócrata y verde reforzó sus exigencias al gobierno de que regrese al plan de abandonar esta fuente de energía aprobado en el 2000 por el gobierno del entonces canciller Gerhard Schroeder.
De acuerdo con ese pacto, suscrito entre la coalición socialdemócrata-verde y la industria energética, la última de las 17 plantas nucleares alemanas debería quedar desactivada para el año 2021.

El actual gobierno de centroderecha de Merkel derogó el acuerdo y aprobó alargar la vida de las plantas una media de 12 años, ocho para las más antiguas y 14 años para las más modernas.

Este aplazamiento del llamado “apagón nuclear” ha revitalizado el movimiento antinuclear agrupado en torno a Los Verdes, que en los últimos meses ha protagonizado espectaculares acciones de bloqueo a convoyes de residuos nucleares y protestas a través de distintos puntos en el país.

Ayer mismo, unos 60 mil manifestantes antinucleares —20 mil más de los que esperaban los organizadores— formaron una cadena humana de 45 kilómetros entre Stuttgart (sur de Alemania) y la central atómica de Neckarwestheim para exigir el abandono de esta fuente de energía. Entre los manifestantes estaban los copresidentes del partido Los Verdes, Claudia Roth y Cem Özdemir.

Una posición muy distinta a la de Merkel fue la que adoptó el gobierno francés. El ministro galo de Industria, Eric Besson, defendió la seguridad de las plantas nucleares de su país, diciendo que todas las centrales “han sido diseñadas contemplando los riesgos sísmicos y también los riesgos de inundación”. Besson se http://www.eluniversal.com.mx/internacional/71912.htmlreunió con los representantes de la industria nuclear nacional.

En el encuentro también estuvo presente la ministra de Ecología, Nathalie Kosciusko-Morizet. En conferencia posterior, Bessin aseguró que la explosión en la planta japonesa de Fukushima “en este momento, de acuerdo con la información que tenemos a nuestra disposición, (es) un accidente grave, pero no una catástrofe nuclear”.

Francia posee un total de 58 reactores nucleares que suministran un 80% del consumo energético del país.

Fuente: ( El Universal.mx )

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