No es un coche cien por cien ecológico, pero tiene un componente verde que perdona la pequeña dependencia de la gasolina, de momento. Ventile es un coche eléctrico híbrido transparente pensado para pequeños desplazamientos y lugares con mucho viento, que cuenta con una gran turbina eólica integrada que ayuda a la rotación de las ruedas, convirtiendo estas en pequeños aerogeneradores que vencen la fricción. Casi como si cada rueda tuviera una turbina de viento…
La imaginativa idea del diseñador francés Thierry Dumaine (51 años, vive en Niza, Francia, y actualmente es profesor de arte para niños) es muy sencilla, pero hasta ahora a nadie se le había ocurrido, y es que la fricción considerada enemiga que obliga a trabajar en diseños cada vez más aerodinámicos para reducir la resistencia, aquí en este concepto, se convierte en una aliada magistral para conseguir energía a raudales. Por supuesto que esto obliga a una integración adecuada del vehículo, y depende tanto de un motor de gasolina como de un motor eléctrico, que están conectados a un ventilador de gran tamaño. El ventilador es propulsado por el viento. Pero cuando el conductor viaje, las ruedas girarán y estarán generando energía que enviará automáticamente a la batería. Mientras esté en movimiento la batería será constantemente alimentada.
El cuerpo del coche está hecho de un material transparente y suave, y todas las partes están hechas con materiales muy ligeros. Incluso los asientos son inflables. El diseño global del coche busca un máximo de rendimiento con un mínimo costo energético. Ventile, dice el imaginativo Thierry que enseña arte a los niños, no tiene que superar los 350 kilogramos de peso.
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