domingo, 3 de abril de 2011

Bioplásticos de plumas de pollo

Cada año se generan miles de millones de residuos avícolas. Científicos de Nebraska, en EE UU, logran convertir este desecho en polímeros sin restarles estabilidad en el agua
Debido a los vaivenes de los precios del petróleo, decenas de equipos científicos en el mundo están trabajando para encontrar materias primas alternativas que permitan abaratar los costos. Una de las líneas de investigación consiste en utilizar los residuos agrícolas para hacer bioplásticos, que no sólo son biodegradables, sino que permiten dar una segunda vida a un residuo. Es el caso de los miles de millones de plumas de pollo que se producen cada año y que cientifícos como Yiqi Yang, una autoridad internacional en biomateriales del Instituto de Agricultura y Recursos Naturales de la Universidad de Nebraska-Lincoln (EE UU), están intentando convertir en polímeros biodegradables. 

«Ninguna de las líneas de investigación abiertas para desarrollar termoplásticos a partir de plumas está funcionando bien cuando éstas se mojan. Las plumas en sí son estables en el agua el problema subyace cuando se alteran. Nosotros creemos que somos los primeros en demostrar que podemos hacer termoplásticos de plumas de pollo estables en el agua. Las hemos modificado químicamente –añadiendo productos como el acrilato de metilo, un líquido inflamable que se utiliza en la fabricación de polímeros y en el acabado de suero, por ejemplo, pero que no deja de ser una sustancia peligrosa– y hemos logrado que continúen siendo estables en el líquido elemento. Además, con este proceso, hemos conseguido con añadir aproximadamente un 30 por ciento a su peso original. Es decir que, con una tonelada de plumas se podrían producir 1,3 toneladas de los termoplásticos», explica Yang a A Tu Salud Verde.

Y por plumas no será. «Cada año se generan cerca de dos millones de toneladas de residuos de plumas sólo en EE UU», añade. De llegar a buen puerto, en un futuro se podría utilizar este desecho barato y abundante para hacer miles de productos, en vez de que acabe siendo incinerado o almacenado en vertederos.
Fuente: ( la razon.es )

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