viernes, 1 de abril de 2011

Caparazones de langosta se convierten en pelotas de golf

Investigadores de la Universidad de Maine, junto con el Instituto de Langosta, están trabajando en un proyecto cuyo objetivo es el aprovechamiento de los caparazones de langosta para fabricar pelotas de golf biodegradables que puedan utilizarse en los cruceros.
No son las primeras pelotas de golf biodegradables que hay en el mercado, pero sí son las primeras desarrolladas con caparazones de langosta triturados que contienen sustancias y cobertura biodegradables. Antes de esta invención, los caparazones de langosta no tenían valor y eran descartados, destacan los investigadores que participan en la iniciativa.



“Utilizamos un subproducto de la industria de langosta en conserva, que en la actualidad no se utiliza prácticamente para nada y termina en la basura”, explica el profesor de ingeniería química y biológica David Neivandt. “Lo empleamos en un producto de consumo de valor agregado que esperamos tenga éxito en el mercado”, agregó.

Carin Poeschel Orr, una alumna de UMaine que obtuvo una maestría en bio-recursos marinos, tuvo la idea original y la compartió con Bob Bayer, del Instituto de Langosta. Bayer entonces se puso en contacto con Neivandt, que es conocido en la universidad por resolver problemas de manera innovadora.

Otro de los beneficios es que las pelotas de golf de caparazones son baratas: la materia prima llega a costar USD 0,19 por pelota, en comparación con los USD 1 que cuestan las pelotas similares disponibles en el mercado.

Estas pelotas de golf son similares a las tradicionales, que no son biodegradables: son blancas y con pequeños hoyos, y se pueden utilizar con palos de madera o hierro, dijo Alex Caddell, ingeniero en biología que desarrolló la pelota con Neivandt.

“Las propiedades de vuelo son sorprendentes -afirmó-. No vuela tanto como una pelota de golf normal, pero en realidad obtenemos una distancia similar a la que logran otras pelotas de golf biodegradables.”

Además, la mezcla de caparazones de langosta se puede aplicar en otros productos, como macetas para plantas que se descomponen en la tierra y estacas para topografía, comentaron los investigadores.

“Realmente, no creí que iba a ser tan útil”, admitió Caddell.

La Universidad presentó una patente provisoria para las mezcla de caparazones de langosta para fabricar pelotas de golf.

Por Natalia Real

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