miércoles, 13 de abril de 2011
Las aves heredaron un potente olfato de los dinosaurios
Las aves heredaron un potente sentido del olfato de los dinosaurios, según un estudio de las universidades de Calgary en Canadá y Ohio en Estados Unidos que se publica en la revista 'Proceedings of the Royal Society B'.
Los científicos descubrieron que el sentido del olfato en realidad aumentó en la evolución inicial de las aves, alcanzando el máximo hace millones de años durante un tiempo en el que los ancestros de las aves actuales competían con los dinosaurios y las ramas más antiguas de la familia de las aves.
"Se pensaba que las aves estaban demasiado ocupadas desarrollando la visión, el equilibrio y la coordinación para el vuelo que su sentido del olfato había retrocedido. Sorprendentemente, nuestra investigación muestra que el sentido del olfato en realidad mejoró durante la evolución de dinosaurios-aves, como la visión y el equilibrio", explica Darla Zelenitsky, de la Universidad de Calgary y directora de la investigación.
Los autores realizaron escáneres de tomografía computerizada de cráneos de dinosaurios y aves extinguidas para reconstruir sus cerebros. Los científicos utilizaron los escáneres para determinar el tamaño del bulbo olfativo de estas criaturas, una parte del cerebro implicada en el sentido del olfato. Entre las aves y los mamíferos modernos, los bulbos más grandes se corresponden con un mayor sentido del gusto.
El estudio reveló detalles de cómo las aves heredaron su sentido del olfato de los dinosaurios. "El ave más antigua conocida, el 'Archaeopteryx' (en la imagen), heredó su sentido del gusto de los dinosaurios pequeños que comían carne hace alrededor de 150 millones de años. Después, hace alrededor de 95 millones de años, el ancestro de todas las aves modernas desarrolló incluso mejores capacidades olfativas", señala François Therrien, del Museo Real Tyrrell y coautor del estudio.
Aunque los investigadores no han realizado una comparación exhaustiva entre los dinosaurios sobre su sentido del olfato, señalan que estas criaturas mostraban una variedad de capacidades olfativas. Por ejemplo, el T. Rex tenía grandes bulbos olfativos, que probablemente le ayudaban a seguir a sus presas, descubrir carcasas y quizás a desplegar una conducta territorial, mientras que en el caso del Triceratops, el sentido del olfato era probablemente menos importante.
Los investigadores pudieron realizar algunas comparaciones directas entre los animales antiguos y modernos. Así, el 'Archaeopteryx' tenía un sentido del olfato similar al de las palomas, que se basaba en olores para una variedad de conductas.
"El gallinazo y el albatros son aves bien conocidas por su sentido del olfato, que utilizan para buscar comida u orientarse en grandes áreas. Nuestro descubrimiento de que los dinosaurios pequeños similares al velocirraptor, como el 'Bambirraptor', tenían un sentido del olfato tan desarrollado como gallinazos y albatros sugiere que el olfato podría haber tenido un importante papel cuando estos dinosaurios buscaban alimento", señala Zelenitsky.
Los autores señalan que el nuevo estudio confirma que la mayoría de aves comunes actuales en realidad tienen menores bulbos olfativos y un sentido del olfato más débil y que quizás el desarrollo de una mayor inteligencia haya disminuido la necesidad de un olfato más agudo.
Fuente: ( Europapress )
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