La meteorología respetó buena parte de la jornada y posibilitó aglomeraciones de gente durante la mañana y el mediodía
Aunque las nubes tapaban de vez en cuando el sol, la mañana de ayer resultó más bien plácida. Hizo el tiempo perfecto para que muchos visitantes decidieran ir a la feria de Santa Maria. Tanto fue así, que entre las 11 y las 14 horas resultaba especialmente difícil encontrar aparcamiento o intentar acceder a la carretera Palma- Inca, que atraviesa el pueblo.
Se habían dispuesto varias fincas rústicas como aparcamiento. Una de ellas estaba situada a la entrada a la población por la autopista, y otra en la entrada desde la carretera de Inca. Sin embargo, muchos automovilistas intentaban llegar lo más cerca posible del centro y ello creo algunos problemas circulatorios puntuales. Varias parejas de agentes de la Policía Local se encargaron de restablecer la normalidad con eficacia.
Puntos interesantes
La feria santamariera de este año contó con dos centros neurálgicos. Como es habitual y lógico, la Plaça Nova fue el más importante. Pero también tuvo su protagonismo la Avenida Jaume III que acogió la visitadísima Feria Alternativa.
Las calles que conectan estos dos puntos y las convergentes también acogieron parte de las muestras. En ellas se instalaron numerosos puestos de mercadillo habitual. Ropa interior de señora a precios baratos, las típicas ofertas del tres por dos, bisutería a un euro que atraía a las jovencitas, sombreros de paja, marroquinería, vestidos, camisetas y otros muchos artículos se ofrecían por parte de locuaces vendedores que, a voz en grito, anunciaban su mercancía.
Especialmente simpático, un típico charlatán de feria anunciaba en varios idiomas un pelador de frutas y verduras casi milagroso. Con él lograba hacer todo tipo de cortes, a cual más atractivo. Reforzaba su cantinela con habilidosas demostraciones que le propiciaron buenas ventas.
Ecología
La Feria Alternativa ofrecía productos ecológicos y artículos respetuosos con el medio ambiente. Atraía al público con demostraciones de tai chi o de danzas orientales. Muchos visitantes aprovechaban para adquirir frutas, libres de pesticidas o abonos artificiales, y vistosos puestos de verduras reclamaban la atención con graciosas combinaciones de colores y texturas.
Donde se agolpaba gente de forma especial era en una parte de la exposición donde varios vendedores ofrecían motocicletas eléctricas. Pablo Calderari, uno de los vendedores, mostraba scooters de línea clásica. El funcionamiento de estas máquinas sorprendió a mas de uno. No hacen ruido y se recargan simplemente enchufándolas a la red. Calderari destacaba que "son ideales para la ciudad, para un cartero o un repartidor".
En la Plaça Nova se ubicaba una gran carpa y en su interior una muestra del comercio local. Destacable fueron los puestos de los vinicultores que mostraban y vendían sus buenos caldos locales, algunos de ellos con Denominación de Origen Binissalem.
Frutos secos
No faltaban en los alrededores los tradicionales turroneros y avellaneras. Antoni Balaguer Llabrés es posiblemente el más veterano de todos. A punto de cumplir 75 años sigue acudiendo puntualmente a las ferias y fiestas más tradicionales de Mallorca. Para él, que comenzó su vida de comerciante siendo niño, "vender frutos secos y dátiles en las ferias es una distracción más que un trabajo. Soy feliz y mientras el cuerpo aguante seguiré recorriendo Mallorca", asegura.
La muestra ganadera resultó especialmente atractiva, sobre todo para los más pequeños que se emocionaban ante los caballos o los exóticos ñandúes. Vicenç Villalonga, presidente de la asociación de criadores de gallinas autóctonas, estuvo presente ofreciendo ejemplares de sus hermosas aves. Los pollos se vendían a 5 euros
Fuente: ( diariodemallorca )
1 comments:
me gusto la resena k hicen de antoni Balaguer, el Sr. de 75 an/os k se siente feliz y se divierte haciendo su trabajo de toda una vida, me resulta inspirador!..lindo! :-)
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