domingo, 10 de abril de 2011

Ruta por la preservación del ambiente

¿Ha escuchado en alguna ocasión hablar de la "huella ecológica"? ¿Se ha preguntado de qué tamaño es su huella en este sentido? ¿Conoce la importancia que tiene para la preservación del medio ambiente?




La huella ecológica es el territorio ecológicamente productivo que una población requiere para obtener de forma continua sus bienes y servicios consumidos, y para absorber los residuos que ese consumo genera. Cuando se habla de territorio se hace referencia al aire, áreas de cultivos, pastos, bosques o ecosistemas acuáticos. Su objetivo fundamental consiste en evaluar el impacto sobre el planeta de un determinado modo o forma de vida.

Para llegar al cálculo del tamaño de la huella los especialistas toman en consideración elementos como las hectáreas necesarias para proporcionar el alimento vegetal; la extensión de tierra para pastos que alimenten al ganado; la superficie marina para producir el pescado y las hectáreas de bosque necesarias para asumir el CO2 que provoca el consumo energético.

El grado de eficiencia energética y las fuentes empleadas para su obtención representan un factor clave, por lo que a mayor uso de energías renovables, menor huella ecológica.

Desde un punto de vista global, se ha estimado en 1,8 hectáreas la biocapacidad del planeta por cada habitante. Es decir, si se llegara a repartir el terreno productivo de la tierra en partes iguales, a cada uno de los más de seis mil millones de habitantes en el planeta, les corresponderían 1,8 hectáreas para satisfacer todas sus necesidades en un año.

Según los datos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo 2005, el consumo medio por habitante/año es de 2,7 hectáreas, lo que significa que los seres humanos consumen más recursos y generan más residuos de los que el planeta puede generar y admitir.

Todavía más grave resulta el número si se compara con el año 2003.

En ese entonces el consumo medio por habitante/año era de 2,2 hectáreas. Los recursos se destruyen a una velocidad superior al ritmo de regeneración natural.
La huella ecológica también puede ser calculada para cada país en función de sus necesidades y de los recursos naturales que posee. Hay naciones con un "déficit" en su huella ecológica, cuando la superficie que requiere para satisfacer sus necesidades es mayor que la que puede ofrecer sus territorios. Hay países que cuentan con lo que se denomina "crédito" natural o ecocrédito, porque la superficie necesaria para abastecer a sus ciudadanos es menor a la que le brinda su territorio. La huella ecológica para ese 2005 de los países con altos ingresos se ubicaba en 6,4 hectáreas y la de menos ingresos en una hectárea.

Los seres vivos requieren de alimentos, energía y agua para crecer y vivir. Cuando se desperdicia mucha agua, se utilizan numerosos aparatos eléctricos, se deja de caminar o andar en bicicleta para ir en carros particulares, y se minimiza la superficie de bosques, selvas y de la calidad de los mares del mundo, la huella ecológica se hace grande.

Preservar al máximo recursos como el agua, proteger las cuencas de los ríos, selvas y montañas, evitar la tala, enfrentar con decisión las invasiones de zonas verdes, minimizar el consumo de combustibles fósiles y evitar el derroche de electricidad son acciones que contribuyen a reducir la huella ecológica de cada uno de nosotros.

Fuente: ( EL UNIVERSAL )

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