Uno de los principales promotores de la “economía verde” es el presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, quien ha declarado que “es necesario promover un nuevo modelo que genere un crecimiento comercial que al mismo tiempo reduzca los impactos generales en el medio ambiente”.
Durante un cónclave realizado en Zurich (Suiza), sede de esta prestigiosa organización no gubernamental, su presidenta, Yolanda Kakabadsé, manifestó que "estamos aquí para celebrar el 50º aniversario del WWF, pero queremos mirar hacia delante, no hacia atrás.”
En su discurso inaugural, la veterana ambientalista ecuatoriana preguntó a los participantes: “¿Qué nos deparará el próximo medio siglo en asuntos como el agua, el alimento y la vida en nuestro planeta?”
Seguidamente, los conferenciantes debatieron asuntos pertinentes como tecnologías con baja emisión de gases carbónicos, infraestructuras ecológicas, inversiones en energías renovables y agricultura sostenible, y estrategias para enfrentar el cambio climático y la escasez de agua potable.
Janez Potocnik, Comisionado Ambiental de la Unión Europea, sostuvo ante los participantes que “si no se protege adecuadamente la diversidad biológica, las consecuencias podrían ser catastróficas. Encaramos una situación irrefutable: el consumo global y el uso de los recursos son el mayor factor de un futuro sustentable.”
A su vez, Pema Gyamtsho, ministro de Agricultura y Bosques de Bután, sostuvo que dentro de una década su país será el primero del mundo en practicar la agricultura orgánica en un cien por ciento, pero señaló que la crisis de los recursos hídricos de los Himalayas y el sur de Asia “nos afectará por completo”.
Y añadió dramáticamente: "Es preciso que actuemos ya mismo, pues la escasez de agua dulce está afectando a muchas áreas de la región y este desafío sólo podría ser resuelto mediante un accionar global centrado en el cambio climático.”
Erik Solheim, ministro de Medio Ambiente de Noruega, se refirió a la urgente necesidad de estimar el valor económico de los ecosistemas y de contribuir a detener el auge actual de la deforestación. Y ponderó la política forestal de Brasil en lo referido a la disminución de la tala irracional de sus zonas selváticas.
Jim Leape, director general de WWF International, señaló durante las sesiones en Zurich que las organizaciones no gubernamentales centradas en el medio ambiente natural deben ir más allá de actuar como grupos de presión y recaudadoras de fondos.
En este sentido proclamó: “Tenemos una posición única para contribuir a la consolidación de coaliciones de gente comprometida para enfrentar las grandes problemáticas ambientales de la actualidad. Trabajando en asociación con los gobiernos, ya hemos obtenido algunos importantes resultados”.
El WWF fue fundado el 29 de abril de 1961, por un grupo de científicos, empresarios y profesionales de las relaciones públicas de Europa, África y Estados Unidos que se reunió con miembros de la incipiente Unión para la Conservación de la Naturaleza en el pequeño pueblo de Morges (lago de Ginebra).
Tras firmar el Manifiesto de Morges, la entidad -hoy identificada por un oso panda- se convirtió velozmente en una de las organizaciones de conservación de la naturaleza más grandes, activas y respetadas del globo.
Durante su primera década de actividad, el WWF logró recaudar más de 5,6 millones de dólares, suma que fue distribuida en forma de subvenciones para apoyar 356 proyectos de conservación en numerosos lugares del planeta
En 1972, la entidad emprendió una llamada Operación Tigre, primera campaña global para salvar a esta especie en su hábitat. Esta campaña desembocó en el Proyecto Tigre India, gracias al cual se crearon 15 nuevas reservas para tigres en territorio indio: la población de la especie se incrementó en 30% en siete años.
Durante los años 70, época hiperactiva y apasionante para los fundadores del WWF, se promovió una ambiciosa campaña marina llamada "Los Mares Deben Vivir", que en 1976 permitió establecer santuarios marinos para ballenas, delfines y focas, y proteger los sitios de reproducción de las tortugas marinas.
Recientemente, un publicitado apagón mundial internacional promovido por el WWF y titulado “La hora del planeta” logró el oscurecimiento de unas 4.000 ciudades en 130 países de todo el mundo, como reclamo de acciones concretas contra el cambio climático.-(Télam)
* El autor es periodista especializado en Medio Ambiente.
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