lunes, 23 de mayo de 2011

La obesidad se hereda a través de hábitos de vida

Si ambos padres son obesos, existe 80% de riesgo que el niño también lo sea


La herencia podría medirse en kilos. Los niños podrían aprender, y adoptar para toda su vida, hábitos que promueven y mantienen la obesidad.

La Organización Mundial de la Salud ha indicado que, más allá de la genética, los inadecuados hábitos alimenticios y la falta de actividad física, heredados generalmente por los padres, son causantes del problema a nivel mundial.

Durante la infancia, los niños aprenden las bases esenciales sobre la comida y el acto de comer, pero también sobre la realización de actividad física. Poco a poco adquieren diferentes hábitos alimenticios que se practican en casa, hasta integrarlos por completo en su conducta.

Según la endocrinóloga pediátrica Rosa Elena Mora, "cuando las costumbres del núcleo familiar no son las más sanas, se afecta negativamente a los hijos, en su estilo de vida y su salud a futuro".

En un estudio realizado en 2008 acerca de la Influencia de la obesidad de los padres y de los abuelos en niños obesos, el investigador Matthew Davis corrobora lo que artículos anteriores han señalado: a mayor grado de obesidad en los padres, mayor riesgo de sobrepeso en los niños o adolescentes.

Observaron que el riesgo es 80% mayor cuando ambos padres son obesos que cuando sólo uno lo es. También influye si quien tiene sobrepeso es la madre. Esto último se explica porque la mujer suele ser la encargada de inculcar hábitos en el hogar, cuándo, cómo y qué comer, qué evitar, qué limitar.

Cuando la madre padece de obesidad y mantiene hábitos nutricionales inadecuados en cuanto a la comida, es más fácil que los hijos repitan este comportamiento, con el consecuente peligro de subir ellos mismos de peso.

Los cambios genéticos han sido pocos en los últimos 40 años, pero la prevalencia de la obesidad aumenta, lo que explica que los cambios en los hábitos de vida afectan el control del peso.

Desafortunadamente, según Marilyn Edmunds y Laurie Scudder, profesoras de las universidades de Baltimore, 90% de los padres de niños con sobrepeso no aceptan que sus hijos tienen un problema. Esto puede deberse a la falta de autoridad moral para manejar adecuadamente la alimentación de sus hijos y estimularlos a realizar ejercicio, ya que ellos mismos no dan el debido ejemplo desde el hogar.

"Comprender que el sobrepeso y la obesidad representan un problema de salud, independientemente de la edad de quien lo padezca, es el primer paso para resolver el problema. Luego, aceptar que no hay soluciones mágicas y que adoptar un estilo de vida saludable que involucre a todo el grupo familiar es la solución a largo plazo", complementó Mora.


Fuente: ( EL UNIVERSAL )

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