domingo, 1 de mayo de 2011

Latinoamérica festeja beatificación de Juan Pablo II

La beatificación del Papa Juan Pablo II fue seguida con atención por los fieles católicos argentinos que realizaron una vigilia y acompañaron los actos desde el Vaticano a través de pantallas gigantes de televisión.

En la Catedral Metropolitana la vigilia de oración comenzó a las once de a noche del sábado. En la entrada se colocó un busto de Juan Pablo II, que visitó el país en 1982 y 1987.

Los católicos limeños, con tradicionales hábitos morados y marrones, se agruparon desde la noche del sábado frente al monasterio de Santa Catalina.

El canciller Héctor Timerman, que participó en Roma en el acto de beatificación, escribió en su cuenta de Twitter que “ha sido una de las ceremonias más emotivas que he presenciado. Un privilegio estar presente”.

“Juan Pablo II, te quiere todo el mundo”, cantaban los jóvenes que desafiaron el frío en la madrugada argentina tomando la típica infusión local, el mate.

El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Mario Bergoglio, encabezó una solemne eucaristía junto con la comunidad polaca.

En Córdoba, a unos 800 kilómetros al norte de la capital, se expuso el “papamóvil” que utilizó Juan Pablo II en su visita a la arquidiócesis de la ciudad en 1987.

PERU
Miles de fieles celebraron la beatificación de Juan Pablo II frente a las principales iglesias de ocho ciudades de la costa del Pacífico, el sur altoandino y la Amazonia que fueron visitadas por el papa polaco en 1985 y 1988.

Los católicos limeños, con tradicionales hábitos morados y marrones, se agruparon desde la noche del sábado frente al monasterio de Santa Catalina, construido en el siglo XVII, donde recibieron cantando la beatificación de Karol Wojtyla.

En la sureña región Ayacucho, que posee la mayor cantidad de iglesias de Perú y fue visitada por Juan Pablo II en 1985 pese al terror desatado entonces por Sendero Luminoso, se celebraron misas, varias en lengua quechua, por el nuevo beato.

Loreto, la más grande región amazónica visitada por Juan Pablo II, amaneció con una multitudinaria misa en la catedral de Iquitos donde los fieles veneraron una cruz de madera bendecida durante la estadía del nuevo beato en la ciudad.

De su lado, los ecuatorianos celebraron la beatificación de Juan Pablo II con una gran misa campal en la denominada “Cruz del Papa”, del parque capitalino La Carolina, sitio en el queel extinto Papa se dirigió en 1985 a miles de feligreses.

El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Mario Bergoglio, encabezó una solemne eucaristía junto con la comunidad polaca.

“Su santidad la reflejó en su vida porque vivió realmente el evangelio de Jesús”, dijo a la AP Teresa Madrid, de la Congregación Misioneras de la Caridad, mientras Susana Vega, de 61 años, aspiró que “pronto llegue a los altares”.

En Guayaquil, el estadio Monumental, con capacidad para unas 80.000 personas, lucía repleto durante la eucaristía liderada por el Arzobispo de la ciudad, Monseñor Antonio Arregui.


La beatificación del santo padre es la culminación de un largo camino en el que demostró su “fidelidad al evangelio que predicaba”, con una vida “ejemplar”, por lo que entendimos que “él era un hombre de Dios”, dijo Arregui.

Igualmente, el Arzobispo de Montevideo, monseñor Nicolás Cotugno celebró el domingo una misa en acción de gracias en la Catedral Metropolitana por la beatificación de Juan Pablo II.
La iglesia Católica uruguaya dejó para el 15 de mayo la celebración de una misa campal en la Cruz de Tres Cruces, erigida para la primera visita de Juan Pablo II a Uruguay en 1987, que presidirá el Cardenal Marc Ouellet, Prefecto de la Congregación para los Obispos de la Santa Sede.

En la ocasión se ordenarán 3 sacerdotes y tres diáconos en camino al sacerdocio y al finalizar se tributará un homenaje al beato Juan Pablo II, que visitó Uruguay en 1987 y en 1988.

En El Salvador, decenas de fieles católicos realizaron una vigilia la madrugada del domingo en una iglesia de la capital luego del recorrido de una caravana de vehículos que encabezó el Papamóvil, un vehículo blindado y con una cabina especial que transportó al papá en su primera visita del 1983 a este país. Su segunda visita fue en febrero de 1996.

Los salvadoreños develaron además una estatua de Juan Pablo II en la periferia este de la capital.

Fuente ( la tribuna )

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