sábado, 14 de mayo de 2011

Puerto Rico quiere convertir la Isla de Mona en un centro de investigación científica

(EFE).- El Gobierno puertorriqueño quiere convertir la reserva natural de la Isla de la Mona en un centro internacional de investigación científica y permitir de forma controlada el turismo ecológico.



El secretario del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) de Puerto Rico, Daniel Galán, señaló hoy a Efe que acaba de inaugurarse en la Isla de la Mona un laboratorio -con un coste de 1,5 millones de dólares- destinado a recibir investigadores de todo el mundo.

Galán explicó que con ese nuevo laboratorio se dará respuesta a la necesidad de contar con un espacio de investigación para los científicos que todos los años llegan a la Isla de la Mona, situada a 42 millas náuticas de la costa oeste de Puerto Rico.

Dijo que se trataba de una necesidad dada la constante presencia de visitantes, que buscan en la isla puertorriqueña -deshabitada, a excepción de científicos y vigilantes- desarrollar estudios basados en un hábitat natural totalmente aislado del mundo exterior.

"Lo destacado es que la fauna no puede interactuar con otras especies debido a su aislamiento", recordó el funcionario, sobre una isla más cercana a la República Dominicana que a Puerto Rico, con clima con características desérticas y una superficie de poco más de 55 kilómetros cuadrados.

"A la isla han llegado en las últimas fechas científicos de universidades de Carolina del Norte, Misisipi y Nueva York", señaló Galán, que matiza que además de Estados Unidos recibe solicitudes de estudios de centros académicos de todo el mundo.

Explicó que para favorecer el medio ambiente, el centro de visitantes donde se ubica el laboratorio cuenta como fuente energética de alimentación con placas fotovoltaicas, lo que supuso una inversión de 3,5 millones de dólares.

La investigación en la Isla de la Mona incluye variadas posibilidades, como el análisis de la fauna autóctona, entre la que destaca la Iguana de la Mona, variedad que solo habita en ese pequeño territorio y que actualmente sufre peligro de extinción.

Galán destacó que esa especie está amenazada por la introducción de gatos, que una vez asilvestrados atacan a las crías de la iguana, aunque reconoció que hay en estado casi salvaje también cerdos y cabras, llevados hasta ese territorio por el hombre.

Dijo que otra de las especies con especial interés para los científicos son las tortugas marinas, en especial el Carey de Concha, muy amenazada y que recala con asiduidad en la isla.

El Departamento de Ciencias Marinas de la Universidad de Puerto Rico estudia la población de peces en el arrecife de la isla.

Los estudios científicos también se extienden a la flora, en concreto a especies de cactus y el arbusto de la casuarina.

Galán resaltó que entre los planes de su departamento está favorecer, de forma controlada, el turismo ecológico, por lo que se dispondrá de cerca de 30 habitaciones para visitantes interesados en conocer un hábitat tan característico.

Una de las atracciones de la isla es la presencia -en estado de abandono- del conocido como Faro de Mona, erigido en 1902 bajo el diseño del arquitecto francés Gustave Eiffel.

Explicó que hay un acuerdo con la Compañía de Turismo de Puerto Rico para conseguir los fondos para la restauración del emblemático faro.

La Isla de la Mona está catalogada como reserva natural y se ubica en el Pasaje de Mona, entre República Dominicana y Puerto Rico.

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