Este último concepto, lamentablemente se ha convertido en una frase de cajón, más no en una realidad que evidencie un verdadero cambio sobre el tema.
Actualmente, nuestro país está viviendo una grave situación de emergencia debido a la ola invernal, y una de las principales causas tiene que ver con nuestras malas acciones como ciudadanos en el medio ambiente. La acumulación de residuos sólidos en los cuerpos de agua y en los alcantarillados, hacen que su capacidad se vea disminuida, y que terminen por desbordarse, agravando las inundaciones que hoy cubren una porción importante de la Sabana de Bogotá y de otras regiones de Colombia.
Las cifras de los materiales potencialmente reciclables que no son aprovechados y terminan enterrados en los rellenos sanitarios, o dispuestos de forma inadecuada, son realmente dramáticas: más del 40% de los residuos sólidos que se generan diariamente en nuestro país podrían ser destinados a diferentes procesos productivos, como materias primas. Acciones tan sencillas como separar los residuos reciclables en nuestras casas, lugares de trabajo y estudio, al igual que hacerlo en los puntos establecidos por los centros comerciales, podrían contribuir de manera muy positiva a mitigar problemas como este.
La cadena de valor del reciclaje es uno de los mejores ejemplos del balance entre los tres ejes del Desarrollo Sostenible: la prosperidad económica, el impacto ambiental y la responsabilidad social. La recolección y transformación de residuos sólidos en nuevos productos, puede ser una actividad completamente rentable, que tiene beneficios evidentes de tipo ambiental, como prolongar el tiempo de vida útil de los rellenos sanitarios y evitar la generación de gases de efecto invernadero como producto de su descomposición, y que además involucra, en nuestro país, a un sector de la población altamente vulnerable, los recicladores de oficio, quienes deberían verse beneficiados mediante modelos de inclusión social que permitan la dignificación de sus condiciones laborales y de vida.
Los esfuerzos deben venir desde los diferentes actores de la sociedad: el sector público, mediante una legislación y esquema tarifario que incentiven el reciclaje; los consumidores finales, mediante la separación de los residuos en condiciones adecuadas para que sean destinados posteriormente a procesos de reciclaje, y por supuesto, la empresa privada, mediante acciones que mitiguen el impacto ambiental, asociado a cada una de las etapas del ciclo de vida de los productos que fabrican y/o comercializan.
En este sentido, vale la pena mencionar los esfuerzos que hacen compañías como Tetra Pak, en la realización de actividades que aportan al desarrollo de infraestructura para el reciclaje en el país, alianzas para el incremento de los índices de recolección, al igual que el fortalecimiento de organizaciones de recicladores de oficio. Al tiempo, generamos iniciativas de concientización de la población, que contribuyen con el cambio de hábitos y de actitudes necesarias para lograr una mejoría en la tendencia actual de deterioro del planeta.
Compromisos con la reducción de emisiones
Tetra Pak, fabricante de equipos para procesamiento y envases para alimentos, anunció sus nuevos compromisos en temas ambientales para el año 2020, que abarcan metas como la reducción de emisiones de CO2 equivalente al 40% a lo largo de toda la cadena de valor para contribuir a la mitigación del cambio climático y duplicar la tasa mundial de reciclaje post-consumo de sus envases.
0 comments:
Publicar un comentario