En el siglo XXI, nos enfrentamos con la realidad del deteriorado estado en que se encuentra el medio ambiente en el mundo. Nosotros somos los únicos responsables de esto, y por lo tanto, debemos asumir nuestro compromiso ético con la naturaleza. Ésta ha sido pródiga con nosotros, siendo una fuente de recursos que debemos administrar con responsabilidad. Desde la revolución industrial, la naturaleza ha sufrido el cambio más grande que ha tenido, producido por la mano del hombre y lamentablemente esta modificación ha sido negativa. Los seres humanos no hemos sabido ni respetarla ni amarla. Sin embargo, estamos a tiempo de cambiar nuestra actitud y crear a través de la educación y el desarrollo sustentable una relación de cooperación con la naturaleza. Debemos establecer una situación ganar-ganar, en la cual, establezcamos que sí es posible la producción de bienes y servicios que la respeten y no la destruyan. De otra manera, al no hacerlo, nos estamos aniquilando a nosotros mismos. Hay que trabajar para concientizar a cada uno de nosotros, de que no crear contaminación y el reciclaje son dos de las tantas buenas acciones que podemos hacer en realidad.
En Venezuela tenemos que empezar a "sembrar la ecología", porque la época de "sembrar el petróleo" está pasando y lamentablemente no se hizo correctamente, ya que el petróleo nunca le ha pertenecido a los ciudadanos venezolanos, sino al Estado, que de hecho, lo ha administrado muy mal; nunca diversificó la economía y tampoco lo usó a plenitud como eje para el desarrollo del país. En Venezuela, el petróleo se estatizó, mas no se nacionalizó.
La educación de nuestros ciudadanos juega un rol esencial. Entre las cientos de iniciativas que se podrían nombrar, tanto a nivel nacional como internacional, quisiera mencionar la de los micros "Se Habla Verde" moderados por Karen Bitton, en donde la televisión, como medio masivo de comunicación, puede ser utilizada eficientemente con un fin ecoeducativo. Otra expresión del compromiso por la ecología, son las cientos de ONG's y la creación de los "partidos verdes" que han incluido en la agenda política y en la sociedad civil, el tema ecológico como una prioridad para lograr una mejor democracia, desarrollo humano, y erradicación de la pobreza; así como, la sustitución del petróleo, como fuente principal de energía por nuevas opciones que se están desarrollando actualmente como las llamadas "energías limpias", entre las que podemos mencionar a la energía solar y la eólica.
A nivel internacional, se han celebrado las conferencias de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, llamadas "Cumbres de la Tierra" en Río de Janeiro en 1992 y en Johannesburgo en 2002, así como otras cumbres sobre el cambio climático en el mundo, de donde surgió el conocido Protocolo de Kyoto. En el planeta ha surgido la idea de un nuevo "contrato social ecológico" que debemos asumir si queremos seguir, no solamente viviendo, sino coexistiendo sanamente con la naturaleza y los habitantes. Por eso, me gustaría sugerir a los lectores a que visiten y lean "La Carta de la Tierra" en: http://www.cartadelatierra.es/esp/text.html en la que se expresa de forma clara y concisa el compromiso que hay que asumir inmediatamente.
En esta frase de Kofi Annan se resume el espíritu de este artículo y dijo: "Salvaguardar el medio ambiente… Es un principio rector de todo nuestro trabajo en el apoyo del desarrollo sostenible; es un componente esencial en la erradicación de la pobreza y uno de los cimientos de la paz". Por lo tanto, no le hagamos a la Tierra ni a los demás lo que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros.
En Venezuela tenemos que empezar a "sembrar la ecología", porque la época de "sembrar el petróleo" está pasando y lamentablemente no se hizo correctamente, ya que el petróleo nunca le ha pertenecido a los ciudadanos venezolanos, sino al Estado, que de hecho, lo ha administrado muy mal; nunca diversificó la economía y tampoco lo usó a plenitud como eje para el desarrollo del país. En Venezuela, el petróleo se estatizó, mas no se nacionalizó.
La educación de nuestros ciudadanos juega un rol esencial. Entre las cientos de iniciativas que se podrían nombrar, tanto a nivel nacional como internacional, quisiera mencionar la de los micros "Se Habla Verde" moderados por Karen Bitton, en donde la televisión, como medio masivo de comunicación, puede ser utilizada eficientemente con un fin ecoeducativo. Otra expresión del compromiso por la ecología, son las cientos de ONG's y la creación de los "partidos verdes" que han incluido en la agenda política y en la sociedad civil, el tema ecológico como una prioridad para lograr una mejor democracia, desarrollo humano, y erradicación de la pobreza; así como, la sustitución del petróleo, como fuente principal de energía por nuevas opciones que se están desarrollando actualmente como las llamadas "energías limpias", entre las que podemos mencionar a la energía solar y la eólica.
A nivel internacional, se han celebrado las conferencias de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, llamadas "Cumbres de la Tierra" en Río de Janeiro en 1992 y en Johannesburgo en 2002, así como otras cumbres sobre el cambio climático en el mundo, de donde surgió el conocido Protocolo de Kyoto. En el planeta ha surgido la idea de un nuevo "contrato social ecológico" que debemos asumir si queremos seguir, no solamente viviendo, sino coexistiendo sanamente con la naturaleza y los habitantes. Por eso, me gustaría sugerir a los lectores a que visiten y lean "La Carta de la Tierra" en: http://www.cartadelatierra.es/esp/text.html en la que se expresa de forma clara y concisa el compromiso que hay que asumir inmediatamente.
En esta frase de Kofi Annan se resume el espíritu de este artículo y dijo: "Salvaguardar el medio ambiente… Es un principio rector de todo nuestro trabajo en el apoyo del desarrollo sostenible; es un componente esencial en la erradicación de la pobreza y uno de los cimientos de la paz". Por lo tanto, no le hagamos a la Tierra ni a los demás lo que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros.
Fuente: El Universal
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