
Así cada vez es más frecuente escuchar términos como chakras y meridianos.
Para las diversas disciplinas médicas y filosóficas orientales, los seres vivos y las cosas inanimadas forman parte de un todo que se relaciona entre sí por la misma energía universal.
Y a través de los chakras, los seres humanos absorbemos esta energía vital para redistribuirla e irradiarla por todo el organismo mediante canales (los meridianos) que poseemos en el cuerpo.
El hombre posee unos 88.000 chakras situados a lo largo de todo el organismo, pero hay siete principales que están relacionados con los distintos aspectos vitales de la existencia humana: la parte emocional, espiritual, mental, sexual y así sucesivamente.
Todos ellos deben estar en perfecto equilibrio y armonía para que la existencia humana se desarrolle plenamente; si algún chakra está bloqueado y el resto está desarrollado en mayor o menor medida, se producirán desajustes que se manifestarán como alteraciones (enfermedades) físicas o psicológicas.
Hay diferentes métodos para estimular y armonizar los chakras: la música suave, la cromoterapia (terapia de colores), aromaterapia, yoga, los masajes y la acupuntura son los más adecuados.
Fuente: ( la republica )
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