martes, 12 de julio de 2011

Un mundo de 7000 millones de habitantes equivale a 152 ‘Colombias’

Hace algunas semanas el DANE informó que en Colombia habíamos llegado a los 46 millones de habitantes. Paralelamente se presume que para el 31 de octubre de 2011 la población mundial alcanzará los 7000 millones, con lo que los colombianos representamos el 0,66% de los habitantes del planeta. 

Esto quiere decir que en materia de población, cabrían 152 ‘Colombias’ en el planeta. Según Naciones Unidas, ostentamos el somos el país número 28 más poblado dentro de los 241 del mundo. Si dividiéramos la población mundial en el número de países, cada país debería tener 29 millones de habitantes, lo que indica que Colombia se encuentra por encima del promedio. 



En el marco del ‘Día Mundial de la Población’ que se celebra el 11 de julio, varios organismos e instituciones de orden nacional e internacional observan que las dinámicas demográficas se alzan como un gran reto en materia de política y de cultura de masas. 

Como lo afirmó Tania Patriota, representante del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), vivir en un mundo con 7000 millones de habitantes puede ser un problema, pero también una oportunidad. Colombia tiene, en primer lugar, una situación particular en materia de migraciones. 4 millones de colombianos viven en el exterior; 3,7 han sido desplazados por la violencia (lo que nos convierte en el segundo país en liderar este fenómeno) y 1 de cada 5 no vive en el lugar donde nació. 

Adicionalmente, el crecimiento de la población urbana ha sido vertiginoso: Bogotá triplicó su población en alrededor de 30 años. Estos hechos ilustran un panorama en que la política debe velar por brindar estabilidad de las personas, y apostarle a estrategias de desarrollo regional que brinde opciones de vida atractivas en las ciudades pequeñas e intermedias, y en el campo, para frenar el desbordamiento de las grandes urbes. 

En este sentido otro de los retos más urgentes que se plantean es el del desarrollo sostenible, entendido como un modelo de desarrollo que sea respetuoso con el medio ambiente. Como lo observó Jorge Bustamante Roldán, Director del DANE, existe una fuerte presión de la humanidad sobre el planeta, al punto que hemos alcanzado un rebasamiento ecológico global, usando más recursos de los que el planeta está en capacidad de proporcionarnos. 

Según Gustavo Wilches-Chaux, experto en medio ambiente e invitado especial al foro sobre población mundial del DANE, las inundaciones producidas por el fenómeno de la niña durante 2010 y 2011 son evidencia irrefutable de que el modelo de desarrollo promovido ha generado un territorio que no es capaz de convivir con las dinámicas de la naturaleza: “las inundaciones no son nuevas, lo nuevo es el desastre”. Además de esto, Wilches-Chaux señala que “el reto no es proteger el planeta, él sabe muy bien cómo defenderse, por eso suceden este tipo de fenómenos mal llamados ‘naturales’ como mecanismos de reacción ante las acciones humanas. 

El verdadero reto es actuar de tal manera que sea posible que la humanidad pueda seguir viviendo en él, con cierta calidad de vida”. En Colombia el auge de la minería plantea una seria amenaza para el ambiente y debe ser, según observa el experto, un especial ámbito de regulación. Otro gran reto en este ámbito es el del envejecimiento de la población. Esto corresponde a un fenómeno mundial que se deriva de la disminución de las tasas de fecundidad sumadas al aumento en la esperanza de vida. Según el UNFPA, en 2011 existen en promedio dos jóvenes por cada adulto mayor. 

Se proyecta que para 2028 haya un joven por cada adulto mayor y que parra 2040 el número de adultos mayores supere al de jóvenes. Esto plantea grandes retos en materia de productividad y seguridad social, pues según Jorge Bustamante, Director del DANE, en Colombia se está muy lejos de contar con las previsiones necesarias. 

Wilches-Chaux señala en este ámbito que la seguridad debe ser vista como un elemento pluridimensional desde los frentes ecológico, económico, jurídico e institucional, energético, alimentario y afectivo-cultural. Estos elementos, expone el experto, deben entretejerse a manera de una ‘telaraña’, y su resistencia se mide en función de su capacidad de resistir ‘balonazos’: “un balonazo puede ser un terremoto, una oleada de inundaciones, un TLC…”. Alejandro Gaviria, Decano de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes, ha observado en sus investigaciones que una tasa de fecundidad más baja se encuentra relacionada directamente con mejores indicadores socioeconómicos: “el refrán que reza que cada hijo viene con un pan debajo del brazo es una sublime mentira”. 

El experto ha observado que al comparar por ejemplo dos familias de características similares, una de dos hijos contra una de cuatro hijos, se evidencia que los hijos de la familia más pequeña gozan de mayor salud, están mejor nutridos, son más altos y tienen más años de educación: “en promedio cada hermano adicional significa un año menos de educación para el hermano mayor”. Además el investigador ha encontrado que los puntajes del ICFES están negativamente asociados con el tamaño de la familia. 

Por esto, el académico resalta la importancia que tiene el afianzamiento de la cultura de planificación, de la educación sexual para prevenir el embarazo adolescente, de las debilidades afectivas y de la legalización del aborto. En Colombia por ejemplo, según el UNFPA 1 de cada 5 adolescentes ha estado embarazada, y en el caso de las adolescentes desplazadas esta proporción aumenta a 1 de cada 3. 

Según el DANE, a 30 de Junio de 2011 el país tenía una población de 46’044.601 habitantes distribuidos en 22’731.299 hombres y 23’313.302 mujeres lo que traduce que hay 97 hombres por cada 100 mujeres. Debido a factores como la disminución de la mortalidad infantil y el aumento de la esperanza de vida (que en Colombia es de 72,1 años para los hombres y 78,5 para las mujeres) la población del país se dobló en un lapso menor a cuarenta años. (KG/JS)

Fuente: ( Misionpyme )

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