Pero el rol de la jefatura va mucho más allá. No sólo hay que poner atención en los logros profesionales de los empleados y la capacidad que tienen para resolver un problema, sino en algo más práctico: en cómo educamos “sentimentalmente” a nuestros empleados.
Sí, aunque sea difícil de entender es necesario que la jefatura se preocupe de este ítem. ¿Cómo? Los jefes siempre se preocupan de resaltar cuando un empleado hace bien su trabajo y, por medio de esto, el trabajador recibe la “recompensa” por su labor. Es decir, a mayores logros se incrementa la distinción.
Pero esto puede ser preocupante si es que el reconocimiento se vuelve más importante para el empleado que cualquier otra cosa que haga. En lugar de favorecer el desarrollo del empleado, el jefe podría estar causando daños estructurales en la conformación de la identidad personal del trabajador, es decir, lo que subyace en su interior como sustento a su fachada corporal.
Es decir, la jefatura debe entender el reconocimiento no como un símbolo que distingue al empleado de los "otros", como si fueran "mejores" que ellos, sino como que dominó lo instintivo o fortaleció la voluntad para alcanzar una meta.
El jefe debe hacerle saber a su empleado que no sólo está orgulloso de sus logros, habilidades o virtudes, sino que de su ser y de su esencia como persona. De esta forma, estarás educando a tus empleados “sentimentalmente”, para que no condiciones sus afectos a un buen desempeño o al sobreesfuerzo por convertirse en los mejores para destacar.
Si esto no se ejecuta, lo más probable es que el empleado experimente insatisfacción, rencor, carencias, resentimientos y el temor de que otra persona pueda reemplazarlo. Si el jefe no reconoce e identifica las diversas emociones y sentimientos, para luego diferenciarlos, conceptualizarlos, encontrarles significado y aprender a expresarlos; el empleado tampoco podrá apropiarse de sus sentimientos para vivenciarlos en plenitud ni utilizarlos como recurso al servicio del incremento de nuestras potencialidades.
Inteligencia emocional
Según la directora de Reclutamiento Estratégico y Vinculación Académica de Manpower, Lorena Escobar, “toda la gente que tiene un puesto medio o que maneja un equipo de personas va a necesitar conocer y leer las emociones de quienes lo conforman. Además, debe identificar muy bien qué los motiva para influir en su desempeño. Un gerente que no tiene esta capacidad, difícilmente va a lograr sus objetivos”.
De hecho, “un director, un gerente o una jefatura si no tiene ningún manejo de las relaciones interpersonales, esto van a impactar negativamente el rendimiento” de los empleados, según Lorena Escobar.
¿Qué tan importante es para ti que tu jefe reconozca tus logros?
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