Se trata del diagnóstico por medio del Componente B Pittsburgh (PiB), una molécula que a través de tomografía por emisión de positrones (PET) es considerada uno de los grandes avances en la materia a nivel internacional.
Para el neurólogo Luis Alfredo Villa, este adelanto podría ofrecer un diagnóstico de predemencia altamente confiable muchos años antes de que se presenten complicaciones asociadas al alzhéimer como la pérdida de memoria.
"Lo que se propone hoy en día es que podamos detectar los predemenciales", afirma el médico nuclear Luis Felipe Colmenter.
Por lo menos dos instituciones presentes en Colombia están en capacidad de producir el componente B Pittsburgh, material radioactivo que reúne carbono 11 y beta-amiloides. Adicionalmente, una clínica de la ciudad ya cuenta con el avanzado tomógrafo.
"Con esta tecnología ya en el país, creo que en uno o dos años estaremos hablando del PiB como algo rutinario", considera Colmenter.
La imaginología al poder
Desde hace por lo menos una década, algunos de los diagnósticos de alzhéimer han sido respaldados por exámenes con tomógrafos de emisión de fotón único.
Estos análisis inspeccionan el cerebro. Por medio de medicina nuclear de punta se pueden hacer visibles aquellas zonas que presentan pérdidas de glucosa.
"Si yo veo que en la región parietotemporal posterior hay ausencia de captación de azúcar, la probabilidad de que sea alzhéimer es altísima", señala Luis Felipe Colmenter.
No obstante, advierte, este método de diagnóstico que examina el azúcar en el cerebro "no es tan específico" e identifica la enfermedad en una etapa avanzada.
El avance del componente PiB , señalan investigaciones recientes, es que identifica placas de beta-amiloides precursoras del alzhéimer en una etapa temprana.
El técnica PiB, informa Villa, utiliza "una molécula marcada radioactivamente que se pega a otra molécula, que es la responsable de la cascada de eventos que desencadena la enfermedad".
Las beta-amiloides, explica, "son el principal componente de las placas seniles" presentes en los pacientes con la neuropatología degenerativa.
Estas placas se consideran "basura" cerebral que se acumula y obstaculiza el normal funcionamiento neuronal.
El desarrollo científico que representa el PET junto con el componente B Pittsburgh complementarían las herramientas de diagnóstico clínico que, en el caso del alzhéimer, no son siempre las más certeras.
Esperanza y calidad de vida
Destacados investigadores a nivel mundial reconocen que es difícil detectar plenamente la enfermedad. Los especialistas hablan de porcentajes, probabilidades mayores o menores de sufrir la enfermedad, a pesar de tener a la vista algunos de los síntomas.
Por lo tanto, es frecuente que el diagnóstico inequívoco llegue después de la muerte del individuo.
El doctor Colmenter señala que las diferentes demencias suelen confundirse con la enfermedad de alzhéimer.
En un sondeo que este doctor en imaginología metabólica realizó con diez pacientes diagnosticados previa y clínicamente con alzhéimer, encontró que apenas dos de ellos tenían realmente la enfermedad.
Constantemente las demencias provocadas por daños vasculares se asemejan a la demencia producto del alzhéimer.
En pocas palabras, detectar tempranamente el alzhéimer es calidad de vida. "Si yo no le doy tratamiento, la enfermedad se va a desarrollar en uno o dos años", apunta Colmenter.
"Si lo detectas hoy, con tratamiento esa enfermedad no se va a desarrollar en dos años sino en 15, 20, 10 años". complementa.
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