Cualquier persona en el mundo con acceso a internet puede ayudar a científicos del Reino Unido y de Estados Unidos a investigar la forma en que se comunican las ballenas.
Los científicos ciudadanos pueden contribuir a decodificar los dialectos de las ballenas. Foto: William Ervin/SPL
"Científicos ciudadanos "de cualquier punto del planeta pueden ahora visitar whale.fm o la FM de las ballenas", dijo a BBC Mundo uno de los creadores del proyecto, el profesor Ian Boyd, de la Unidad de Investigación de Mamíferos Marinos de la Universidad St. Andrews en Escocia.
"Cuando alguien entra al sitio en internet verá una imagen que representa pictóricamente un sonido, lo que llamamos un espectrograma, y si hace clic también puede escuchar el sonido", explicó Boyd.
La idea es encontrar con qué otro sonido tiene más similitud. La computadora ya ha realizado una primera selección y presenta al usuario cinco o seis posibles correspondencias, pero el científico ciudadano es quien decide con cuál de esos audios es mayor la semejanza.
"Puede llevar un tiempo acostumbrarse a las imágenes pictóricas, pero es posible aprender con la práctica a comprender qué significan".
El proyecto fue diseñado por la Universidad St. Andrews, la Institución de Estudios Oceanográficos Woods Hole en Massachussets, la revista Scientific American y el sitio de ciencia ciudadana Zooniverse.
Lo que distingue el cerebro
"En término de capacidad para computar y en problemas de este tipo, el cerebro humano le gana por lejos a las máquinas. Nuestro cerebro es extraordinariamente bueno para distinguir detalles muy pequeños en imágenes y sonidos"
Ian Boyd, Universidad St. Andrews
Miles de sonidos fueron grabados por científicos en diferentes partes del mundo con hidrófonos, micrófonos adaptados para funcionar bajo el agua, "y como el sonido viaja bien en un medio acuático la calidad de las grabaciones es muy buena". Cada grabación está vinculada a un lugar específico en el océano, o geoetiquetada, de forma que grupos de audios corresponden a llamados en lugares donde se conoce la existencia de familias de cetáceos específicas.
El público puede jugar un papel crucial, que no puede reemplazarse con computadoras, según Boyd.
"En término de capacidad para computar y en problemas de este tipo, el cerebro humano le gana por lejos a las máquinas. Nuestro cerebro es extraordinariamente bueno para distinguir detalles muy pequeños en imágenes y sonidos".
"Y hay una muy buena razón para ello, la necesidad de reconocer rostros y sonidos. Así que esta habilidad es parte de nuestra historia evolutiva".
"Éste es mi nombre"
Los cientificos creen que clasificar y agrupar sonidos ayudará a descifrar dialectos de comunicación entre las ballenas, que tienen repertorios muy complejos.
Las ballenas pueden comunicar desde su identidad individual hasta dónde es abundante la comida. Foto: Christopher Swann/SPL
Los expertos quieren determinar las diferencias entre los llamados de cada grupo. "Si estos animales tienen un tipo de tradición linguística, nos interesa descifrar las palabras en ese repertorio de sonidos. Grupos diferentes de cetáceos tienen léxicos diferentes, distintos tipos de sonidos que probablemente heredan de sus padres", dijo Boyd.
"Es como un dialecto. Algunos de estos sonidos son repetidos una y otra vez, no se utilizan al azar".
Los mensajes que transmiten las ballenas pueden ser muy variados, "desde un llamado para identificarse, algo así como decir el nombre para que otros la reconozcan, hasta advertencias sobre depredadores o anuncios como, 'aquí hay comida, vengan y aprovechen'".
El proyecto es una forma de crowdsourcing o tercerización masiva, es decir, de externalización de tareas a un grupo amplio de personas a través de una convocatoria abierta. En otro proyecto similar se pidió a astrónomos aficionados que ayudaran a descubrir nuevas galaxias, estudiando imágenes del telescopio espacial Hubble.
"Uno no necesita tener un título en ciencia para ser un científico ciudadano. Todo lo que necesitamos es curiosidad sobre el mundo que nos rodea y estar interesados en observar, medir y reporta lo que vemos y oimos"
Mariette DiChristina, editora de Scientific American
Para Boyd, la ciencia ciudadana puede ayudar en la comprensión y preservación de los cetáceos. "Hace unos 40 años se mataba a las ballenas con arpones para comerlas. Hoy vemos a estos animales como muy valiosos, los apreciamos más, en parte porque entendemos mucho más sobre la complejidad de sus sociedades y cuán importantes son en la ecología de los océanos”.
"Y este proyecto nos está permitiendo lograr una mirada mucho más completa. Cuanto más entendemos a las ballenas más las respetamos".
Scientific American ya ha desarrollado varios proyectos de ciencia ciudadana, por ejemplo, sobre el impacto del derrame de petróleo en el Golfo.
Mariette DiChristina, editora de la revista, señaló que "uno no necesita tener un título en ciencia para ser un científico ciudadano. Todo lo que necesitamos es curiosidad sobre el mundo que nos rodea y estar interesados en observar, medir y reportar lo que vemos y oimos".
1 comments:
superinteresante proyecto para tod@s..pero especialmente para musicos, cantantes , con oido privilegiado!!
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