domingo, 26 de febrero de 2012
Proteína puede ser causante del sobrepeso
Se trata de la GPR120, que actúa como sensor de grasas en el organismo
Científicos ingleses informan que la disfunción de una proteína "detectora de grasas" puede dar origen a la obesidad.
Un reciente estudio revela que el mal funcionamiento de la proteína GPR120, misma que actúa como sensor de grasas en el organismo, puede ser la responsable del sobrepeso y la obesidad, así como de diversas enfermedades hepáticas. La investigación, encabezada por el profesor Philippe Froguel, de la Facultad de Salud Pública del Imperial College of London, descubre así otra de las probables causas de esta enfermedad.
La proteína GPR120 se encuentra en la superficie del hígado, los intestinos y el tejido adiposo, y se encarga de identificar y responder a los ácidos grasos insaturados que se consumen en la dieta y que son benéficos para la salud, especialmente los conocidos como omega-3. En el intestino, por ejemplo, cuando dicha proteína reconoce la presencia de estos ácidos, de inmediato estimula la secreción de hormonas que suprimen el apetito e induce al páncreas a liberar insulina. Igualmente, cuando el tejido adiposo detecta niveles altos de grasa en la sangre mediante la GPR120, estimula la producción de más adipositos para almacenarla y, con ello, reducir el riesgo de congestión arterial o hígado graso.
Después de realizar diversos análisis en ratones, los expertos confirmaron que la deficiencia de GPR120 en algunos de ellos los hacía más proclives a desarrollar sobrepeso y enfermedades del hígado, contaban con menos adipositos para repartir la grasa y su control de glucosa en la sangre era deficiente. Esto provocaba que sus organismos almacenaran la grasa en zonas problemáticas, como el hígado, los músculos y las paredes arteriales. En el caso de los humanos, este patrón se asocia con la diabetes tipo 2, así como diferentes padecimientos cardiovasculares.
Por otra parte, tras analizar a 6 mil 942 personas obesas, los investigadores encontraron que una mutación genética era la culpable del desarreglo de la GPR120, cuyo mal funcionamiento incrementa el peligro de desarrollar obesidad hasta en un 60% debido a que resulta incapaz de identificar los ácidos grasos insaturados y, por lo tanto, de enviar las señales de saciedad, secreción de insulina y hormonas necesarias para mantener el equilibrio del organismo.
"Nuestro estudio sugiere que tanto en ratones como en humanos, los defectos en la proteína GPR120, junto con una dieta alta en grasas, aumentan considerablemente el riesgo de sobrepeso", explica el doctor Froguel. "Este hallazgo es muy útil para la creación de nuevos medicamentos encaminados a tratar la obesidad y las enfermedades hepáticas", concluye.
Fuente: ( El Universal.mx )
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