Puede que vivan en uno de los ambientes políticos más crispados
de la región, en uno de los lugares con mayor tasa de homicidios y hasta donde
algunos dicen que es el país más corrupto de América Latina, pero los
venezolanos también se ríen.
En Venezuela, triunfa la fina pluma del humorista Laureano Márquez o los no
tan sutiles personajes de Bejamín Rausseo, famoso por su parodia de Drácula "Er
conde el Guácharo", que hasta fue candidato presidencial.
También es muy popular la deformación absurda de la actualidad noticiosa tipo
The Onion de "El chigüire bipolar", cuyos autores también son artífices
de la serie animada "Isla Presidencial", un éxito viral internacional con su
propuesta de abandonar a los mandatarios iberoamericanos en una isla tipo
"Lost".
Y por qué no, los venezolanos también se pueden reír con algunos de los
numerosos chistes que siempre hace el presidente Hugo Chávez en sus largos
discursos. Aunque a buena parte del país no termina de hacerle gracia.
Con chistes picantes o con sátira política, los venezolanos, como no podía
ser de otra manera, también se ríen, sobre todo, de sí mismos.
Isla Presidencial
Después de una controvertida Cumbre Iberoamericana, los presidentes de la
región se embarcan en una especie de crucero que termina naufragando. Los
mandatarios acaban en una isla algo mágica y esotérica, tal cual la exitosa
serie estadounidense "Lost".
En la nueva temporada, muchas novedades, pero Evo Morales sigue
siendo el amigo fiel de Hugo Chávez.
Fueron tan sólo cinco capítulos de clic "Isla Presidencial",
pero bastaron para convertirla en un éxito viral en internet gracias a una ácida
sátira política llena de humor inteligente, en ocasiones, bastante menos
sofisticado en otras.
"Las insinuaciones sexuales entre algunos presidentes me parece que eran
innecesarias. Ahora hemos suavizado ese tema y nos enfocamos más en cómo se
comportan , no tanto en el chiste tonto de que tal presidente parece gay. Eso ya
no me parece tan divertido", le confiesa a BBC Mundo Juan Ravell, uno de los
creadores de "Isla Presidencial" junto a su socio Osvaldo Graciani.
Esta semana ambos regresan con una nueva temporada de la serie después de
haber conseguido la financiación cuya carencia los había obligado a abandonar el
proyecto inicial.
"La primera temporada la financiamos con nuestro bolsillo. Nos fue muy bien,
hasta 20 millones de visitas en YouTube, pero no encontramos complemento
comercial. Fue imposible venderla, quizás por la autocensura que hay en el país
y la región en general con el humor político", comenta Ravell.
La serie caricaturiza la personalidad de los mandatarios iberoamericanos. "El
punto de partida es lo que está pasando en la actualidad y eso es el detonante
de las ideas. Cruzamos el tema de sobrevivir en la isla con lo que de verdad les
pasa, en ese cruce surge la chispa", le dice Graciani a BBC Mundo.
Sátira política
Ravell y Graciani son también los responsables de "El chigüire bipolar", un
portal de internet que bien podría decirse que es un The Onion, el
popular portal satírico estadounidense, a la venezolana, una especie de sitio de
noticias y análisis de una actualidad paralela.
Un ejemplo reciente de su trabajo, acerca de la ausencia mediática del
presidente venezolano, algo que tiene de cabeza a periodistas locales e
internacionales, fue resuelta por Ravell y Graciani con: "Chávez desaparece para
cumplir su promesa electoral de ser mejor presidente".
"Al humorista se le facilita
hacer reír cuando toca la actualidad y en Venezuela el 'trending topic' es la
inseguridad y el malandro su protagonista"
Emilio Lovera, humorista
La, para algunos, excesiva injerencia del socialismo del gobierno en la vida
económica de los venezolanos tuvo también su momento con: "El Consejo de
Ministros fija el precio mínimo del amigo secreto en diez millones de
bolívares".
Y también tienen lo suyo para la oposición: "Por desinterés en política, MUD
lanza arbolito de Navidad como candidato en Carabobo".
De hecho, no son pocos los corresponsales internacionales que coinciden en
que en ocasiones los "análisis" de "El chigüire" son la más lúcida explicación
para la peculiar actualidad política venezolana, como cuando la noche electoral
del pasado 7 de octubre lanzaron: "Encuestadoras dan dos puntos de ventaja a
quien las paga".
El vampiro y el malandro
Las voces de Isla Presidencial son todas de Emilio Lovera, uno de los más
populares humoristas del panorama venezolano, que triunfa en Televen con su
programa "Misión Emilio".
Según Lovera, los venezolanos se ríen sobre todo "de sí mismos y en los
últimos años de su propia desgracia".
"El venezolano ríe de las cosas que un europeo u otras nacionalidades
cercanas se avergonzaría, lo que hace al venezolano distinto en el mismo
continente", le dice Lovera a BBC Mundo.
"Eso es bueno porque lo malo no es caer, sino no levantarse. Y la risa ayuda
a levantarse. Pero también hace falta seriedad".
Uno de los chistes más populares de Lovera es el del vampiro y el malandro
con miedo. "Al humorista se le facilita hacer reír cuando toca la actualidad y
en Venezuela el 'trending topic' es la inseguridad y el malandro su
protagonista".
"Cuando de los asesinatos se resuelve el 3%, o te vas del país o te ríes. No
tienes cómo defenderte, estás a merced del malandraje. Llama la atención un
chiste que desnuda que a lo único que le teme un malandro venezolano es a lo
esotérico u oculto, de ahí el éxito".
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