jueves, 3 de enero de 2013
Los superpoderes antibióticos de la sangre del panda
Los pandas gigantes son uno de los animales favoritos de niños
y adultos.
Famosos por su apariencia tierna, por comer bambú y haberse convertido en
icono de conservación animal, hoy los pandas suman un nuevo punto a su
historial: su sangre podría salvar a la humanidad de enfermedades.
Científicos chinos de la Universidad Agrícola de Nanjing han descubierto en
el torrente sanguíneo del animal un poderoso antibiótico, capaz de matar
bacterias y hongos.
Según sus descubridores, la sustancia encontrada en la sangre de estos
mamíferos podría ser la base para una nueva generación antibacteriana, que
ataque superbacterias que se han vuelto resistentes a los fármacos.
Tras analizar el ADN del panda gigante, los investigadores encontraron el
compuesto, denominado cathelicidin-AM, el cual "mostró una potencial
actividad antimicrobiana contra un amplio espectro de microorganismos,
incluyendo bacterias y hongos, en sus versiones estándar como en cepas
resistentes a los medicamentos", dijo el doctor Xiuwen Yan, a cargo de la
investigación.
El cathelicidin-AM es un compuesto antibiótico liberado por el
sistema inmunológico de este tipo de oso en estado salvaje, para protegerlos de
infecciones.
"Los antimicrobiales de códigos genéticos juegan un importante rol en la
inmunidad innata contra microorganismos nocivos", señaló el investigador.
La especie estuvo a punto de extinguirse y hoy existen alrededor de 1.600
especímenes en estado salvaje.
No hay que preocuparse. Los animales no serán ratones de laboratorio ni se
les succionará la sangre para producir el antibiótico.
Los científicos lograron sintetizar artificialmente el componente en el
laboratorio, a través de la decodificación de los genes, produciendo una
molécula conocida como un péptido.
La idea es desarrollar la sustancia, como un nuevo medicamento contra
superbacterias o como antiséptico para limpiar superficies y utensilios.
Pero la sangre del panda no lo ha dicho todo todavía. Los investigadores
creen que aun quedan compuestos por descubrir en el genoma del panda.
Tras la destrucción de los bosques de bambú en China y el sudeste asiático
–hábitat natural de los pandas-, el número de estos animales se ha reducido
considerablemente.
Y a pesar de las grandes sumas invertidas en proyectos de conservación, no
les gusta aparearse o criar en cautiverio, y además las hembras sólo entran en
celo una vez al año.
Fuente: BBC MUNDO
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