Gracias al trabajo de coordinación de las patrullas de
osos polares en Alaska, el biólogo Mike Pederson está acostumbrado a los
encuentros con este depredador.
Pero en una noche muy oscura, a Pederson le llamaron para investigar el
avistamiento de un oso polar que se había desviado hacia hogares humanos.
El biólogo tuvo que subir una loma de arena para llegar a donde el oso había
sido visto por última vez y cuando llegó a la cima lo encontró esperando al otro
lado.
"Vi su nariz negra", recuerda. "Empecé a correr hacia mi vehículo y esperé a
que el oso se alejara antes de que pudiera 'asustarlo', para no dañar al oso o a
mí mismo", cuenta Pederson.
Disuadir a los osos
La "confusión" es el término que se utiliza para describir la manera de
ahuyentar a los osos polares cuando se acercan demasiado a los humanos. Se usan
una variedad de métodos, desde luces y sonidos de bocinas de los coches, hasta
disparar un explosivo llamado "cracker shell" cerca del oso.
Los conservacionistas predicen que este tipo de eventos serán más comunes en
el futuro a medida que el hielo marino ártico, terreno de caza del oso,
desaparezca.
Según la organización conservacionista internacional WWF, en muchos lugares
del Ártico, los osos polares están más tiempo sobre la tierra durante el
verano.
"Cuantas más personas en el futuro se
encuentren en territorio de osos polares, sobre todo si estos osos están bajo un
estado de estrés nutricional, es posible que haya más conflictos"
James Wilder, servicio de Pesca y Fauna salvaje de EE.UU., Gestión
de Mamíferos Marinos.
"No importa lo que usted piense sobre el cambio climático o lo que opine
acerca de los osos polares: todo el mundo estará de acuerdo en que se deben
evitar o mitigar posibles conflictos entre el oso polar y el ser humano,
dondequiera que pudieran ocurrir", dice Doug Clark, de la Universidad de
Saskatchewan, Canadá.
El profesor Clark es uno de los principales expertos en osos polares.
Recientemente estuvo presente en un encuentro donde asistieron delegados de
Rusia, Noruega, Groenlandia, Canadá y Alaska para un taller en el Fram High
North Research Center sobre el Clima y el Medio Ambiente, en Tromso,
Noruega.
Los delegados de los "estados área" de osos polares discutieron formas de
proteger tanto a osos como a las personas en un escenario donde, cada vez, estos
animales se mueven más cerca de los seres humanos.
"Cuando desaparezca su hábitat, los osos polares visitarán a los humanos más
a menudo y se intensificará el conflicto", dice Dag Vongraven del Instituto
Polar Noruego.
"A lo largo del Ártico, las poblaciones locales han desarrollado enfoques
innovadores y llamativos para prevenir los conflictos de forma que funcionen en
su contexto específico", comenta y añade, "así que lo que un taller como éste
hace es dar a todos la oportunidad de compartir sus observaciones y
experiencias".
País de osos
En algunas zonas de Alaska, como Barter Island en la costa ártica, las
visitas de los osos polares se han convertido en parte de la vida cotidiana,
incluso por la mañana cuando los niños van a la escuela.
"Llegan a las comunidades tratando de encontrar comida y alimentar a sus
crías", dice Mike Pederson del departamento de Gestión de la Fauna Salvaje,
distrito North Slope, Alaska.
"Se están acercando a los pórticos de las personas donde pueden encontrar
grasa o carne de foca, o aletas de morsa que estén fermentando, que es una
delicia para nosotros. Así, huelen las fuentes de alimento e intentan llegar a
la fuente de comida".
Datos sobre el oso polar
Las pocas estadísticas que existen sobre los ataques de oso polar datan del
siglo XX.
El cambio climático puede obligar a la gente y los osos polares
a estar en contacto con más frecuencia.
En Alaska, los explosivos "cracker shell" y otras balas conocidas como bolsas
de frijoles se disparan para obligar a los osos polares a volver al hielo. El
objetivo es evitar que tanto una persona o un oso polar salgan malheridos en
caso de conflicto.
Sin embargo, estos elementos de disuasión 'no letal' no siempre tienen
éxito.
En agosto de 2011, un oso polar fue muerto accidentalmente por un guardia de
seguridad en Alaska cuando se acercaba a un recinto en el que vivían
trabajadores de una petrolera.
El guardia trató de "confundir", o espantar al oso, pero terminó
disparándole.
En el mismo mes, un oso polar mató a un adolescente británico en un viaje de
la escuela en la isla noruega de Spitsbergen.
A pesar de estos significativos incidentes, no existen estadísticas fiables
sobre ataques de osos polares.
El reto del turismo
Geoff York del programa internacional "Global Artic Programme" de la
organización WWF dice que los "estados área" de osos polares están compilando
una nueva base de datos sobre los conflictos entre estos depredadores y los
humanos para hacer frente a la falta de información consistente.
"Esperamos que este otoño tengamos un buen sistema de datos que pueda empezar
a contarnos un poco más sobre el tema como, ¿cuál es la historia?, ¿vemos alguna
tendencia en los números?".
"La mayoría de biólogos expertos en osos
polares podrían decir que los osos, en general, son predecibles en su
comportamiento y nos dan pistas. Se trata de si sabemos cómo leer esas
señales"
Geoff York, de WWF "Global Arctic
Programme"
Se dice que una manera de prevenir los conflictos es educar a los humanos,
que entran en territorio de osos, en el comportamiento de estos animales.
"La mayoría de los biólogos expertos en osos polares diría que, en general,
son predecibles en su comportamiento y nos dan pistas. La cuestión es si sabemos
leer esas señales", comenta.
"Dicho esto, hay siempre un animal entre 100.000 que es menos predecible o se
encuentra en una situación que se vuelve impredecible, pero hay ciertas cosas
que podemos claramente enseñar acerca del comportamiento del oso", aclara.
El deshielo abrirá partes del océano, que facilitarán el acceso a los buques
que vienen del norte, lo que inevitablemente atraerá turismo e industria.
"Cuantas más personas se encuentren en territorio de osos polares, sobre todo
si estos osos están en estado de estrés nutricional, es posible que haya más
conflictos", dice James Wilder del servicio de Pesca y Fauna salvaje de EE.UU.,
Gestión de Mamíferos Marinos.
"La manera de resolver esto es a través de la educación de las personas y de
adoptar un enfoque basado en datos, recabando información sobre el pasado de los
conflictos entre osos y humanos y aprendiendo las lecciones que podamos sacar de
ello... y aplicándolo a lo que podemos esperar en el futuro".
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