domingo, 19 de mayo de 2013
Árboles para combatir la desnutrición
"Se pueden hacer batidos estupendos con un poco de baobab en
polvo, jugo de manzana, yogur natural y un puñado de arándanos".
El chef Malcolm Riley, de origen zambiano, reside actualmente en Reino Unido
y es un verdadero entusiasta de las propiedades nutricionales que se pueden
encontrar en los recursos de árboles africanos.
Además de ofrecerles una deliciosa variedad de alimentos a los consumidores
más ricos, los recursos presentes en árboles como el baobab y la moringa están
ayudando a prevenir la desnutrición durante las temporadas de hambruna.
La región del Sahel -que se extiende a través del norte del continente
africano entre el Océano Atlántico y el Mar Rojo- se enfrenta a largos períodos
de sequía año tras año.
En el orfanato Reo, en Sanguié, en el suroeste de Burkina Faso, la moringa es
fundamental en el menú de los niños.
Conocido localmente como el "árbol del paraíso", gran parte de la planta es
comestible. Sus hojas son ricas en vitaminas A, B y C.
Cada 100 gramos de hojas frescas de moringa contienen cuatro veces la
cantidad de calcio presente en la misma cantidad de leche.
Marie Bassole, enfermera y directora del orfanato, dice que los niños que
comen moringa tienen menos posibilidades de sufrir de desnutrición.
"Hay una gran diferencia entre los niños que se alimentan de moringa y los
que no. Además, las personas que contraen malaria se curan antes si la moringa
hace parte de su dieta".
En Barbouli, en el noroeste de Burkina Faso, hay un centro de alimentación de
emergencia.
La desnutrición hace parte de la realidad del 40% de la población rural que
vive en condiciones de pobreza.
Las familias se quejan de las malas cosechas y cuentan cómo ellos y sus hijos
tienen que sobrevivir con sólo una comida al día.
A una hora de distancia, en la localidad de Bangmiogo, vive Aicha Oudrago con
sus cinco hijos.
Cada día, a la hora del amanecer, se va del pueblo con un grupo de mujeres
para recoger hojas de baobab.
"Después las combinamos con harina para hacer cuscús. También cocinamos las
semillas, las hervimos en agua caliente, como si fueran guisantes verdes",
cuenta.
Aicha dice que durante la temporada de sequía dependen en un 80 a 90% de los
recursos de los árboles: "nos comemos las dawadawa (frutas) cuando
maduran y en la época de lluvias hacemos manteca de karité".
Yacouba Ouedrago es el director regional de la fundación caritativa Tree
Aid, que se encarga de informar sobre los beneficios nutricionales y
económicos de los alimentos encontrados en árboles indígenas.
El baobab es uno de los más promovidos, ya que puede sobrevivir incluso si no
llueve en 10 años.
El interior del baobab es seco, contiene un 0,3% de humedad. Su contenido se
asemeja a los terrones de azúcar y al tamizarlos, se convierten en un polvo con
un sabor único.
Malcolm Riley recuerda que cuando era niño ignoraba la fruta, prefería
comerse un jugoso mango cuando era la temporada.
Pero ahora le encanta crear recetas a partir del polvo, desde bizcochos hasta
mermeladas.
"Su alto contenido en pectinas aporta espesura. Si se usa para hacer helado
se pueden añadir menos productos lácteos y menos azúcar de lo normal".
El sabor ahumado de las hojas de moringa va muy bien con tomates, cebolla y
sal, aunque a algunos les gusta añadirle crema de cacahuate o maní.
Durante los próximos fines de semana les seguiremos ofreciendo artículos
de nutrición. Esperamos sirvan de inspiración.
Fuente: BBC MUNDO
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